Fabra calienta la precampaña y airea en las Cortes el pacto PSPV-Podemos
Ahonda en las contradicciones que genera en el seno del socialismo el acercamiento a la formación radicalLa posible alianza divide al socialismo valenciano, que teme que pueda erosionar al partido a medio plazo
Primero fue rumor, luego estrategia y ahora ya nadie obvia en el panorama político valenciano que el pacto del PSPV con Podemos se dará si la aritmética garantiza así que el PP no seguirá al frente de la Generalitat.
La verbalización de esta estrategia por parte del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, llegó hace algo más de un mes en la capital de España cuando dejó Madrid y Comunidad Valenciana fuera de la estrategia global de no pactar con Podemos, porque «prevalecía la prioridad de desalojar al PP» de esos dos gobiernos.
Y el líder de PSPV ha recogido ese guante, peligroso a medio plazo para el socialismo valenciano, y ha jugado a la ambigüedad cuando se le pregunta por esa posibilidad de pacto con la formación de ultraizquierda capitaneada por Pablo Iglesias, y a nivel autonómico por Antonio Montiel –quien ya trabajó como cargo de libre disposición con el Ejecutivo de Joan Lerma–.
El presidente autonómico valenciano, Alberto Fabra, no quiso perder ayer la oportunidad de trasladar a la ciudadanía la posibilidad de ese pacto antinatural, entre un partido del sistema parlamentario y otro que juega en otro patrón político más excluyente, y afeó a los socialistas ese juego que desveló ABC hace unas semanas.
En la sesión de control al presidente –restan dos antes de disolver la legislatura–, Fabra ironizó al advertir al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que cuando vuelva a visitar Valencia llame antes a la sede de los socialistas valencianos en Blanquerías, «no vaya a ser que se encuentre a Ximo Puig negociando con Pablo Iglesias para ver cómo echan al PP de la Generalitat».
División en el PSPV
Esta acusación de Fabra encontró como respuesta un revuelo en la bancada socialista, pero mesurado, porque muchos diputados no ven con buenos ojos la operación, que podría servir a corto plazo para gobernar en coalición pero con unas consecuencias de identificación con un proyecto que en nada se parece a la trayectoria del PSPV.
Los últimos sondeos internos de los socialistas les mantienen en un «empate técnico» con Podemos, lo que con un pacto en perspectiva puede ser letal en el caso de que finalmente queden como tercera fuerza política.
El vicepresidente del Consell, José Císcar, les recordó dicha posiblidad, y afeó a los dirigentes del socialismo valenciano «haber jugado a ser jueces y fiscales» en esta legislatura, lo que «les pasará factura y en vez de ser la segunda fuerza, serán la tercera o la cuarta».
Este intercambio intenso de críticas y acusaciones sirvió de calentamiento de la precampaña electoral que desembocará en la cita con las urnas del próximo 24 de mayo, y en la que los casos de corrupción que afectan al partido gobernante, así como el extremismo y fragmentación de las opciones políticas de la izquierda serán los principales protagonistas.
Más aún, la incertidumbre que vive el PSPV por la intervención sorpresiva de Pedro Sánchez en la federación socialista madrileña con la excusa de la «tendencia declinante» en sus expectativas de voto, también fueron objeto del discurso de Fabra contra los inquilinos de los escaños socialistas.
Así, mientras el portavoz del grupo socialista, Antonio Torres, resaltó los casos que la justicia analiza sobre los mandatos del anterior Ejecutivo, Fabra aludió a la crisis de los socialistas madrileños y su hipotética extensión a la federación socialista valenciana, tal y como informó este diario. Y es que reprochó al PSPV su permisividad con los dirigentes andaluces imputados en causas judiciales y señaló que Ximo Puig «prefiere pasar desapercibido, no vaya a ser que en Ferraz les pongan el foco como en Madrid».
El jefe del Consell también dejó claro que hasta que no haya sentencia sobre el Caso Gürtel «nadie debe pedir perdón», y resaltó que ni la Fiscalía ni el PSPV han pedido en sus escritos la devolución a las arcas públicas del dinero que se haya podido defraudar.
En clave electoral también quiso entrar en el debate el portavoz de Compromís en las Cortes, Enric Morera, quien ironizó sobre la ausencia de designación del candidato del PPCV. «Yo quiero que usted sea candidato», dijo Morera, a lo que Fabra replicó que «yo de usted no puedo decir lo mismo», en alusión a que Mónica Oltra le tapó la posibilidad de ser el líder de Compromís para presidir la Generalitat.