ENTREVISTA
Carolina Punset: «Hay que reformar el sistema o la Comunidad Valenciana acabará destruida»
La candidata de Ciudadanos a la Generalitat carga contra Podemos y ve lógico el trasvase de votantes desde UPyD: «Premian a quien suma»
Concejal en Altea desde 2007 con un partido independiente y número tres en la lista de Ciudadanos para las elecciones europeas , Carolina Punset (Washington, 1971) se ha convertido en la gran apuesta de Albert Rivera para la Comunidad tras ser elegida cabeza de lista. Algunas encuestas les dan la llave de la gobernabilidad en las Cortes y desde la formación confían en ser decisivos presentándose como la «tercera vía» para el cambio.
—¿Cómo se enfrenta a la política autonómica?
—Con el convencimiento de que estoy trabajando por el mismo proyecto sin importar la dimesión geográfica: reducir las estructuras administrativas allá donde haya duplicidades para ahorrar gastos; luchar por la regeneración política y por combatir la corrupción; y apostar por otro modelo productivo.
—¿Qué es la regeneración para usted?
—Usar la política para un fin no partidista, priorizar la meritocracia para que lleguen a los cargos institucionales los más capacitados y luchar contra la corrupción. Todo ello se consigue con mecanismos como las primarias y las listas abiertas.
—Una de las críticas de UPyD es que para las primarias sólo estuviera usted por ser la única que consiguió los avales.
—Los avales solo suponían el 10% de la militancia, no me parece excesivo. En cualquier caso, no hubiera tenido ningún inconveniente en que hubiesen sido menos. No me mueve ningún interés particular para estar donde estoy.
—Se aproximó a esta formación hace unos años.
—En 2006, cuando decidí entrar en política y creé una plataforma ciudadana en Altea para combatir el urbanismo salvaje, me acerqué a ellos y no me avergüenzo. A los pocos meses de estar afiliada me fui por las mismas razones que muchos otros, esa sensación de un espíritu absolutamente personalista y autoritario. También por el apoyo explícito de la dirección a la energía nuclear, el fracking o las prospecciones petrolíferas. Toni Cantó también estuvo afiliado a Ciudadanos en su día. Son partidos primos hermanos.
—¿Su único proyecto es destruir UPyD, como dice Rosa Díez?
—Cualquiera que haga un seguimiento de las redes sociales puede darse cuenta de que, a pesar de los muchos ataques e insultos que recibimos, no entramos en ese juego. Yo entiendo que UPyD esté escocido, porque tanto las bases de militantes como los votantes están haciendo algo que la dirección no esperaba, y es unirse y premiar al que decide sumar por encima de siglas.
—Ambas formaciones pretenden captar un descontento social, al igual que Podemos.
—Ciudadanos y Podemos capitalizan a día de hoy la regeneración política, pero Podemos tiene un papel de derribo del sistema haciendo promesas imposibles, y C’s quiere reformarlo desde las instituciones con coherencia y sensatez a través del consenso. UPyD se ha quedado fuera porque Rosa Díez proviene de uno de los grandes partidos con los que pretende competir.
—¿Se ven más cerca de pactar con el PP, o con el PSPV y sus aliados?
—Ambos tendrían que dar un giro de 180 grados para que se pudiera llegar a un acuerdo. Están absolutamente invalidados. La región lleva gobernada 20 años por los mismos, esto más que un gobierno democrático es un régimen. Hay que levantar las alfombras, y eso no lo van a hacer los dos grandes partidos. Uno porque está carcomido por la corrupción con demasiadas redes clientelares, y otro porque está con los líderes de siempre, sin propuestas de renovación y dependiente de fuerzas extremistas. O viene un partido como Ciudadanos a condicionarlos para obligarles a realizar las reformas que necesita el sistema o corremos un riesgo muy serio de que la Comunidad acabe destruida.
—Pero no cierran puertas.
—Es evidente que con quien gane las elecciones, en primer lugar, y con quien las pierda, en segundo, nos sentaremos a hablar porque estamos interesados en llevar a cabo esas reformas. Éstas se puede pactar punto por punto y siempre con una hoja de ruta. Si no se cumple, recurriríamos a la moción de censura y pasaríamos a ser la oposición más dura que haya.
—No quieren entrar en el debate identitario, pero ¿pedirían la derogación de las Ley de Señas?
—Nuestra posición no es un ataque a la lengua valenciana. Este debate solo sirve para generar odio y nacionalismo. La identidad es múltiple y personal. El centro de las políticas ha de ser los derechos cívicos y las libertades, no vamos a entrar en ese juego.
—¿Qué harían con los conciertos educativos y sanitarios?
—No se trata de expropiar la concertada, sino de prestigiar la pública. Hay que mantener la calidad de la primera y mejorar la de la segunda. Apostamos por una educación pública, gratuita y de calidad y por un sistema plurilingüe en el que fomentar las dos lenguas cooficiales y el inglés como base para enfrentarse al mundo globalizado. En cuanto a la sanidad, hay que estudiar la situación económica y cubrir esos servicios básicos ahorrando gastos en la Administración.
—¿Y en materia de empleo?
— Tenemos que apostar por otro modelo productivo que no concentre únicamente los esfuerzos en el turismo y la construcción, sino que apueste por otros nichos de empleo como la rehabilitación, la eficiencia energética o la agricultura sostenible. También dinamizar la economía apostando por autónomos y pymes. A los primeros con una cuota razonable y a las segundas abaratando la contratación en vez del despido reduciendo las cotizaciones a la Seguridad Social.