El Consell no renuncia a los trasvases y está dispuesto a comprar agua de otras cuencas

J. L. FERNÁNDEZ

El Consell no renuncia a los trasvases por el Real Decreto que ultima el Gobierno central para paliar los efectos de la sequía en el ámbito de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y que prevé restricciones de consumo. Su portavoz, María José Catalá, puntualizó ayer que «se mantiene la exigencia de los trasvases, sean del Ebro o de otras procedencias», ya que esta norma «no los excluye».

Se trata de una «derivada de la Ley de Aguas» y la Generalitat sigue con sus esfuerzos para garantizar agua, como ya se plasmó en el Memorándum del Tajo-Segura, tal como recordó Catalá, que se hizo eco de este decreto en elaboración desvelado por ABC. La postura del Ejecutivo de Alberto Fabra es una «apuesta por los bancos de agua», es decir, encontrar una solución pactada con otras regiones negociando el pago económico por las transferencias de caudales.

En cualquier caso, Catalá se comprometió a que el Consell seguirá atento y defenderá «la preocupación de nuestros regantes por disponer de agua de calidad» en el proceso de aplicación del citado Real Decreto.

Por su parte, desde el Juzgado de Aguas de Orihuela y las comunidades de regantes afectadas por el Real Decreto para el Segura se han remitido alegaciones a la norma emanada del Ministerio, porque están en desacuerdo y también plantean negociar compensaciones económicas. «Hay un déficit permanente del trasvase Tajo-Segura porque nunca llega el agua que necesitan, llueva o no, y ese déficit se debe arreglar desde más transferencias, más desalinización, cesión de derechos, etcétera», manifestaron.

Estos usuarios de los considerados Regadíos Tradicionales están dispuestos a ayudar a los del trasvase con cesiones de derechos, «pero desde acuerdos entre las dos partes, de forma transparente y voluntaria, no desde asaltos administrativos como el que se pretende», añadieron.

Medidas de choque

El Real Decreto de aprobación inminente prevé una batería de medidas de emergencia ante los efectos de la sequía en los últimos meses.

En primer lugar, la Confederación puede modificar temporalmente el uso de los recursos con una restricción de los aprovechamientos. También, reducir el suministro, exigir a los usuarios la instalación de dispositivos para modular, regular y medir las conducciones, así como cambiar los criterios de prioridad para asignar recursos a unos usos u otros del agua. Finalmente, la CHJ podría autorizar nuevos sondeos con el fin de procurar el suministro de agua de forma provisional.

Eso sí, en caso de que se opte por esta opción, se extraerán caudales exclusivamente para afrontar esta situación de emergencia y en ningún caso generarán estos sondeos nuevos derechos concesionales. Las zonas donde resulta más acuciante la escasez por la sequía están localizadas en los sistemas Marina Alta y Vinalopó-L’Alacantí, y en el Serpis, todos en la provincia de Alicante, si bien también afecta a Palancia-Los Valles y Marina Baja.

El Consell no renuncia a los trasvases y está dispuesto a comprar agua de otras cuencas

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