Cañizares propone vender patrimonio de la Iglesia para atender a los pobres
Una medida esperada y solicitada por parte de la diócesis de Valencia. Una medida solidaria, acorde con lo que los cristianos esperan de la nueva Iglesia que promueve el Papa Francisco. El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, propueso ayer vender algunos bienes patrimoniales de la Iglesia para atender a los pobres, así como dedicarles el 10% de los presupuestos de la diócesis y ceder viviendas para ayudar a madres solteras, gestantes o víctimas de malos tratos.
En una carta pastoral dirigida a la Archidiócesis de Valencia –y publicada en el semanario Paraula–, recuerda que «se nos abre un gran panorama para ejercitar la señal que identifica a los cristianos: la caridad» y «habremos de poner todo nuestro empeño en la imaginación y la creatividad de la caridad».
Cañizares urge a todos los que conforman la diócesis a «ser samaritanos en medio de las nuevas pobrezas», ante la «grave y dolorosa situación social y económica por la que atraviesa Valencia».
En el mismo texto, Cañizares señala que «los cristianos y las instituciones de Iglesia –todas– estamos en la vanguardia de mostrar verdaderos signos de caridad y justicia».
Así, dentro de las «sugerencias» que podrían llevarse a cabo se pregunta «¿por qué en los presupuestos de la diócesis y de sus instituciones no se dedica un tanto por ciento (el diezmo de los mismos) a atender a los pobres?»
«¿Por qué no se venden algunos de los bienes patrimoniales de la Iglesia y se destinan a los pobres?», prosigue la carta pastoral, que también se pregunta por qué no se estudia en que forma compartir algunos bienes como viviendas para usos sociales, «por ejemplo, a pisos de asistencia a madres solteras, madres en gestación que no quieren abortar, mujeres víctimas de malos tratos doméstico».
El cardenal también sugiere hacer algo, «con la colaboración de empresarios católicos y de buena voluntad, con sensibilidad social» para crear «uno o dos puestos de trabajo» en cada una de sus empresas.
Según Cañizares, este año su diócesis debe llevar a cabo «un importante esfuerzo por combatir las nuevas pobrezas, ayudar a superar el paro promoviendo iniciativas para crear empleo, y mostrar el rostro de una Iglesia que, fiel a su Señor, anuncia y testifica con obras y palabras el Evangelio de los pobres». Por ello, pide en toda la diócesis que «sea de verdad un año dedicado de manera muy preferencial al ejercicio de la caridad en todas sus dimensiones».