La izquierda se posiciona en contra de la continuidad de la enseñanza concertada
PSPV, Compromís y EU rechazan con sus votos ampliar los conciertos educativos
La campaña electoral va a tener en el modelo educativo uno de los frentes más interesantes para la ciudadanía. El PP ha aumentado sus esfuerzos para blindar los conciertos educativos pero además ha intentado que se posicione la izquierda parlamentaria. Y con ese objetivo ayer presentó una proposición no de ley para mostrar su apoyo a la educación concertada y también a la ampliación de la vigencia de los actualmente existentes.
El posicionamiento fue claro. Todos los grupos de la oposición votaron en contra de esta iniciativa, dejando claro que su modelo educativo no pasa por los conciertos pese a que afectan a la escolarización de más de 228.000 niños en el presente curso. Es un tema sensible y por ello socialistas, y también los diputados de Compromís y Esquerra Unida trataron, sin éxito, de matizar sus votos contra la educación concertada.
La diputada del grupo popular Maira Barrieras sí defendió con claridad la «importancia, trascendencia y necesidad» de este modelo en el sistema educativo de la Comunidad, y por ello pidió al Gobierno valenciano que siga «garantizando la libertad de elección de centro educativo por las familias».
Y es que la filosofía de estos conciertos –que curiosamente impulsó el PSPV en su día– supone, según explicó Barrieras, respetar la libertad de los padres a elegir el tipo de enseñanza que desean para sus hijos para lo que la educación concertada y la pública son «complementarias».
Modelo «subsidiario»
La oposición pidió que la concertada sea un modelo «subsidiario», mientras que el sistema de educación pública debe ser «inclusivo e igualitario». Así, la diputada socialista Pilar Sarrión acusó al PP de usar a la educación concertada de forma «electoralista» y de defenderla cuando le interesa.
Sarrión advirtió que hay padres que prefieren centros concertados para tener garantías de que a sus hijos no se les va a «caer el techo» como ha ocurrido en algunos centros públicos.
La portavoz adjunta de Compromís, Mónica Oltra, también abogó por un modelo de escuela «integradora», que «iguala a niños y niñas y que no hace cobrar a los padres de forma alegal o ilegal».
Mientras, la diputada de EU Marga Sanz calificó el debate de «pérdida de tiempo» y «tomadura de pelo» pues solo pretende «hacer electoralismo» y «dejar blindados los conciertos a cuatro meses de elecciones».