El Ebro se desborda con los embalses al 73% mientras los valencianos están al 33%

ALBERTO CAPARRÓS

La enésima crecida del Ebro, con avenidas que han alcanzado los 1.800 metros cúbicos por segundo y han desbordado el río en varios puntos de su recorrido, coincide con uno de los momentos más críticos de la historia de los embalses de la Comunidad Valenciana, que de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura apenas almacenan 807 hectómetros cúbicos, lo que supone un tercio de sus reservas.

Según las mismas fuentes, los pantanos de Aragón guardan 3.307 hectómetros cúbicos y multiplican por cuatro las reservas valencianas. La región que más aprovecha el caudal del Ebro acumula el 74,38 por ciento a falta de que el Ministerio de Agricultura actualice hoy los datos tras los últimos días de crecidas del río.

En este contexto, el Gobierno valenciano estudia la posibilidad de recurrir ante el Constitucional la ley de Aguas aprobada por el Ejecutivo aragonés al enteder que su objetivo es el de imposibilitar cualquier trasvase desde el Ebro en un futuro.

Con unas elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, el factor del agua vuelve a aparecer en la agenda de los partidos y avanza un nuevo conflicto territorial. Con todo, la Generalitat ha trasladado al Ministerio de Agricultura para que medie con Aragón y poder suscribir un memorándum similar al del trasvase Tajo-Segura con el fin de dejar abierta la posibilidad de que las regiones como la Comunidad Valenciana (donde más de 1,6 millones de personas viven en zonas donde se ha decretado la emergencia por la sequía) puedan recibir los excedentes de cuencas donde sobra el agua.

De hecho, los embalses de la Comunidad Valenciana continúan perdiendo reservas (238 hectómetros cúbicos) mientras que las soluciones alternativas a los trasvases, especialmente las desaladoras, han sido incapaces de compensar la ausencia de precipitaciones y se ha revelado incapaces de solucionar el déficit hídrico, pese que supusieron un coste para las arcas públicas de quinientos millones de euros.

De hecho, en los diez años que han transcurrido desde que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero derogó el trasvase del Ebro, las reservas almancenadas por el río (que ayer seguía desbordándose) han aumentado en 762 hectómetros cúbicos. Según la estadística oficial difundida por el Ministerio de Agricultura, en la actualidad los pantanos del Ebro guardan 5.487 hectómetros cúbicos (73,1% de su capacidad), 2,6 veces más que los pantanos de las cuencas del Segura (690) y del Júcar (1.390) juntas.

En el caso del Segura, los embalses se encuentran al 60,5 por ciento, pero han perdido 53 hectómetros cúbicos en el último año.

La situación del Júcar es peor. De hecho, es la cuenca española con menos porcentaje de reservas de agua (está al 41,7 por ciento de su capacidad) y ha perdido en doce meses 269 hectómetros cúbicos.

De acuerdo con el último informe de seguimiento de la sequía elaborado por la Confederación Hidrográfica del Júcar tres de sus subsistemas (Alacantí-Vinalopó, Marina Alta, Serpis) y el aéra Valencia capital concentran el mayor riesgo de restricciones de agua. Todas estas zonas se encuentran en estado de «emergencia» por la escasez de reservas hídricas.

El Ebro se desborda con los embalses al 73% mientras los valencianos están al 33%

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