política
Valor cambia en una sola semana el estilo de gobernar Alicante
El nuevo alcalde rompe con la herencia de Sonia Castedo derribando muchos de los símbolos que marcaron la etapa tanto de la exalcaldesa como de su predecesor, Díaz Alperi
Una réplica de La Pirámide, obra de Eusebio Sempere hoy ubicada en la rotonda de La Isleta, preside el despacho principal de la cuarta planta del Ayuntamiento de Alicante. Junto a ella, un crucifijo de hierro forjado y la foto en blanco y negro de un jovencísimo Adolfo Suárez acompañado del que en aquel tiempo pretérito fuera su compañero de partido Miguel Valor. Obras de arte y símbolos que han cubierto el vacío dejado por retrato gigante con el lema «Guapa, guapa» sobreimpreso y algunos artículos folclóricos. Donde hace apenas un par de semanas se apreciaba excesivo colorido y autobombo ahora se respira cultura y sobriedad.
No es el único sitio donde el ego ha dejado lugar al equilibrio. Ha bastado sólo una semana para que el cambio de estilo iniciado por el jefe del gobierno municipal en la decoración de su nueva oficina se extienda a todos los rincones del consistorio. Lo hizo incluso antes de recibir la vara de mando de la ciudad, cuando decidió que en unos salones abarrotados por casi medio centenar de invitados y medios de comunicación de toda España los miembros de la oposición, silenciados desde hacía tiempo, pudieran intervenir. No se trató de un simple gesto de cara a la galería si se atiende que tanto Elena Martín (PSOE), Miguel Ángel Pavón (EU) y Fernando Llopis (UPyD) han sido invitados en una clara postura aperturista a formar parte de la comitiva municipal que viajará a la Feria Internacional del Turismo (Fitur) en Madrid.
La disposición de Miguel Valor a romper con la herencia recibida de Sonia Castedo se convirtió en acción el pasado jueves, cuando el recién llegado alcalde ordenaba que no se prorrogara automáticamente el contrato de limpieza de los colegios y dependencias municipales a Enrique Ortiz. De la noche a la mañana, el que había sido aupado por Luis Díaz Alperi y su sucesora a la categoría de empresario de cabecera del municipio recibía el mensaje de que ahora es otro y no él quien manda. En total, serán 17,9 los millones de euros que queden en el aire y revisados junto a la elaboración de un nuevo pliego para ser llevado a concurso. El archiimputado constructor no pudo ocultar su sorpresa al conocer la noticia a través de ABC, algo a lo que tampoco está acostumbrado teniendo línea directa con el consistorio, como ha quedado acreditado en las escuchas policiales que documentan las múltiples causas judiciales en las que se halla inmerso.
La decisión no fue casual. Aunque de cara a la galería suponga un golpe en la mesa, Valor opinó pero también escuchó tanto a los técnicos como a sus concejales. Como lo hizo para presentarse ante la ciudadanía con una batería de iniciativas para transformar Alicante en los próximos meses acogiéndose al Fondo de Impulso Económico estatal.
Esta actitud conciliadora junto a todo lo expuesto anteriormente ha propiciado que en sólo unos días haya pasado de ser visto como una buena solución temporal nacida del consenso a ganar fuerza como candidato del Partido Popular para la segunda ciudad de la Comunidad Valenciana en las próximas elecciones municipales. Tanto es así que incluso dentro de su propio grupo municipal se ha acallado el debate y ralentizado los movimientos por ser el elegido. Hasta Génova ha asentido y le ha otorgado un papel protagonita en una de las ponencias de la convención nacional.