David Livermore sustituye a Helga Schmidt en el Palau de les Arts

El italiano Davide Livermore, actual director del Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo, asumirá la intendencia del Palau de les Arts a partir del próximo lunes. El nombramiento se producirá en la reunión de la comisión ejecutiva del patronato de la Fundación del teatro, en la que también se hará oficial la rescisión del contrato de Helga Schmidt. Ésta ya fue apartada de su cargo el pasado martes tras ser imputada por los delitos de falsedad documental, malversación de fondos públicos y prevaricación.

La intendente austriaca y el exgerente del Palau, Ernesto Moreno, fueron detenidos en el marco de una operación policial ordenada por el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia a raíz de una denuncia de la Fiscalía. Ambos están en estos momentos en libertad con cargos.

La consellera de Cultura, María José Catalá, explicó ayer que el despido de Schmidt ha sido unilateral y que por tanto le corresponde una indemnización económica por los diez años de servicios prestados. El contrato tenía todavía vigencia hasta 2016.

El importe de dicha indemnización es todavía incierto, puesto que en su cálculo se tienen que tener en cuenta las condiciones del contrato de Alta Dirección que firmó Schmidt en abril de 2005 por 156.864 euros anuales –al que se añadían 23.439 para gastos de instalación y estancia–, y las que entraron en vigor en 2012, cuando se le rebajó el sueldo a 67.615 euros brutos. Ésta última será precisamente la cantidad que percibirá Livermore cuando asuma la intendencia del Palau. Según Catalá, la compensación a Schmidt será de 7 días por año trabajado, lo que corresponde con los casos en los que el despido es procedente.

Es cierto que no había muchas opciones sobre la mesa, pero, de haberlas habido, probablemente la elección hubiese sido la misma. Davide Livermore reúne muchos puntos a favor: es una «persona de la casa»; un profundo conocedor del mundo de la música y la escena (ha sido belcantista, actor , director), y goza de la simpatía de la plantilla del teatro (empezando por la propia Schmidt).

Apasionado, hiperactivo, hablador y extremadamente creativo, este turinés es de algún modo un «descubrimiento» de la intendente. Llegó de su mano a Valencia en 2012 para hacerse cargo de la dirección escénica de «La Bohème». El resultado fue brillante, y dio pie a Schmidt para confiarle un encargo muy especial: «Otello». El éxito arrollador de la ópera de Verdi, y su demostrada capacidad para crear montajes espectaculares con pocos recursos, abrieron definitivamente a Livermore las puertas del Palau.

En enero de 2013 asumió la dirección del Centro de Perfeccionamiento, que desde su llegada ha ampliado notablemente el repertorio. Confeso amante del cine y la música barroca (especialmente Vivaldi), Livermore es ante todo un hombre con amplitud de miras: lo mismo programa un concierto-espectáculo de Mozart que pone en escena una ópera contemporánea como «Cánticos desde el infierno», basada en la vida del tetrapléjico Ramón Sampedro.