Festividad de San Vicente Mártir
Un recuerdo a los cristianos masacrados
Valencia celebró ayer la festividad de San Vicente Mártir, patrón de la archidiócesis y también de la ciudad, donde murió sin renunciar a su fe tras ser torturado en el año 304 durante la persecución ordenada por el emperador romano Diocleciano. La Catedral de Valencia, donde se venera el brazo del santo desde hace 45 años, acogió la solemne misa estacional presidida por el obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol, monseñor José Gea Escolano, al encontrarse el arzobispo de Valencia, el cardenal Cañizares en Madrid en la reunión del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española. Aun así, aprovechó la fecha señalada para pedir atención a la «sangre de miles de hermanos cristianos que están siendo masacrados» por «ideologías, no por religiones» porque hay un «plan diabólico que no triunfará». También animó a seguir el ejemplo de San Vicente entregando «la vida derramándola en el amor» superando el «relativismo rampante, tremendo que nos está ahogando». Tras la celebración eucarística, la imagen de madera plateada del mártir, obra del escultor valenciano del siglo XVIII José Esteve Bonet, fue trasladada en procesión por las calles de Valencia. En ella participaron la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el conseller de Gobernación y Justicia, Luis Santamaría, y el vicealcalde de la ciudad, Alfonso Grau.