EL FARO
UNA NOCHE EN LA ÓPERA
EL título de este artículo está tomado de la deliciosa comedia interpretada por los Hermanos Marx. En la cinta, Groucho, Chico y Harpo asaltan la Opera de Nueva York, alteran la función, secuestran al tenor y termina medio cuerpo de policía entre bastidores intentando darles captura. Los protagonistas, montan todo ese lío para que la protagonista femenina, Rosa, amiga del trío e injustamente despedida, fuese readmitida. El desenlace es desternillante, genial, como eran los Marx. Sin buscar paralelismo alguno con la realidad, la citada película me ha venido a la cabeza durante los últimos días.
Sin embargo, lo acontecido en el Palau de Les Arts el pasado martes, está muy lejos de ser gracioso. Ver a la policía judicial en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, incautando ordenadores y practicando detenciones, no es para reírse, y menos divertidas todavía, son las valoraciones que hemos escuchado tras el suceso, especialmente, las de la todavía intendente Schimdt. Para una situación en la que la UDEF asalta el Palau, pone patas arriba su despacho, registra sus dependencias personales, y el juez termina el día con el obsequio de una triple imputación, no creo que la definición de «numerito» sea más exacta. Pero más grave me parece la amenaza pública de Doña Helga: «Tras este numerito ya no va a venir ninguna gran figura», me pregunto ¿Hay entonces que ponerse a temblar? Entenderé que los buenos aficionados a la ópera, no compartan mi planteamiento, pero en este momento, me preocupa mucho más, que se esclarezca si en la gestión del Palau de les Arts y con dinero público, ya saben el suyo y el mío, se ha malversado o prevaricado, antes, que si en la próxima temporada de ópera Plácido Domingo se pensará si viene o no a actuar a Valencia por que un juez ha abierto una investigación oficial. El final de Una noche en la ópera concluye con Los Hermanos Marx libres de todo cargo, Rosa ovacionada por el público tras representar brillantemente los últimos actos de El Trovador y Groucho, readmitido como directivo de la Gran Compañía de Ópera. Un epílogo de película que me temo poco va a parecerse al final de nuestra historia, para la que además y por si acaso, no descarten más «numeritos».