«Queremos un tsunami en la Costa del Sol»

J. CARLOS CARABIAS

El plan antiviolencia del Gobierno materializó ayer un nuevo paso en su campaña contra los malos modos en el fútbol. La Liga Profesional (LFP) enumeró todos los cánticos que, en opinión de sus observadores, incitan a la violencia y emitió el primer informe de la intolerancia en el fútbol español. El documento señala a cuatro campos de Primera división y a dos de Segunda.

Una vez que la Federación Española modificó sus estatutos, todas las medidas antiviolencia han entrado ya en vigor. No fue el 15 de diciembre –como se había anunciado– por la dejadez de Villar para acometer este asunto, sino el pasado 13 de enero. Desde ese día ya se pueden cerrar estadios parcial o totalmente, decretar la pérdida de puntos o el descenso de categoría.

La Liga refiere que en el Español-Celta se entonaron cánticos en Cornellá contra el Sevilla: «Puta Sevilla, puta Sevilla». Algo parecido sucedió en el Real Sociedad-Rayo Vallecano: insultos a un adversario que no estaba presente en la contienda. Antes del inicio del choque, los radicales del Rayo, los Bukaneros, cantaron «hay que matar al Ultra Sur».

En el Deportivo-Barcelona, la grada ocupada por los Riazor Blues –la peña ultra a la que pertenecía el fallecido Jimmy– la emprendió contra un jugador del Barcelona que ha pertenecido al Celta, Rafinha. «Tú, vigués, puto portugués», le corearon.

Durante el Sevilla-Málaga, los hinchas del conjunto hispalense recurrieron a la simpleza del «Puta Málaga» antes del encuentro. La Liga señala a los Biris Norte como autores de los insultos antes y durante el partido. Según la LFP, el asunto subió de tono en el transcurso del juego. Los Biris Norte se expresaron de la siguiente manera: «Queremos un tsunami en la Costa del Sol» y «Putos malaguistas, os quemaremos la ciudad».

En el Lugo-Gerona, de la Segunda división, la Liga de Fútbol Profesional recogió abundante material, según el informe: «Hijo de puta, hijo de puta», «manos arriba, esto es un atraco», «árbitros cabrones, hasta los cojones», fueron algunos de los gritos que se profirieron desde las gradas. También le cantaron «payaso, payaso» al jugador visitante Sandaza cuando fue sustituido.

En el Mallorca-Mirandés los hinchas locales del grupo Supporters insultaron al Atlético Baleares en los siguientes términos: «Balearitos, hijos de puta».

«Queremos un tsunami en la Costa del Sol»

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