El Elche vence en un partido atenazado
Jonathas anota para los de Escribá ante un Levante que se quedó con diez en el inicio
Siete puntos de los últimos nueve disputados suma el Elche. Se metió tres en el zurrón ayer ante el Levante, que se quedó con un futbolista menos, a los seis minutos, por autoexpulsión de David Navarro. Marcó para los ilicitanos Jonathas en el primer acto de un partido en el que los porteros fueron protagonistas parando sendos penaltis. Mariño lo hizo ante Fajr, mientras Tyton frenó un lanzamiento de Rubén. El Elche salió de plazas de descenso, donde se meten los de Alcaraz.
Los miedos provocados por la angustia de la zona baja, de la que empuja a los infiernos de Segunda si no se sale de ahí antes de que finalice la temporada, atenazan generalmente a los equipos que compiten por escapar o no caer de esos puestos calientes. En el Martínez Valero, donde el descontento frente a la directiva es patente, donde sus jugadores estas pendientes de que el Elche se ponga al día en los pagos, se medían los de Fran Escribá y el Levante. Y lo agobiante se relajó pronto para los locales con una acción de David Navarro. Bofetón a Damián Suárez. Se autoexpulsó. Roja con sólo seis minutos consumidos de tan importante partido entre rivales directos.
El central valenciano hizo un flaco favor a los suyos: 84 minutos quedaban por delante en un duelo, además, pesado porque la lluvia intensa cargó el césped. Pasó poco tiempo, seis minutos más, hasta que el Elche se puso por delante. Aarón Ñíguez centró por el costado izquierdo del ataque local y Jonathas, muy activo y un referente por los locales durante todo el encuentro, remató de cabeza para poner el 1-0.
A Diego Mariño le tocaba sostener al Levante. Esto ya se ha convertido en una cuestión habitual para los de Lucas Alcaraz. El portero gallego ya atajó perfectamente un libre directo de Fajr antes del tanto local, pero a los 19 minutos, Velasco Carballo decretó un penalti inexistente de Vyntra sobre Jonathas. Lanzó el propio Fajr a la derecha de Mariño y el meta repelió bien.
La ventaja en el marcador y en cuanto al número de futbolistas, sin embargo, no hizo despegar a los de Escribá. Los miedos. Ese gusanillo que les hacía pensar que quizás en una contra el Levante podía crear peligro y generar un disgusto. Los azulgrana no tenían excesivos argumentos y no apuraron a Tyton.
Pero esa sensación de atenazamiento se mantuvo en el segundo acto. El Elche procurando ejercer con mesura acciones ofensivas, pero ese punto de ansiedad encadenando. Mariño, en todo caso, tuvo que seguir con su sobriedad. Obvio. Los locales llegaron de nuevo con un centro por la derecha y Jonathas remató en el primer palo, pero el guardameta repelió el peligro.
Con el paso de los minutos, se animó el Levante. Debía arriesgar, pues el resultado, lógicamente, le llevaba a la zona de descenso. Y encontró ese oxígeno en el hecho mismo de que el Elche jugase con un par de puntos de freno. Camino del último cuarto de hora, Damián Suárez cometió penalti sobre un jugador levantinista. Lanzó Rubén y Tyton, emuló a su homólogo, y sacó con la pierna izquierda el balón. Pasó muchos minutos el encuentro en esa mezcla de la anestesia del partido en sí y los intentos por sentenciar de unos o empatar de otros. Iván López probó abajo a Tyton a dos del final.