El Villarreal hurga en la herida del Athletic con Cheryshev

Solvente el Villarreal en su fútbol alegre y perfectamente hilado, hurgó aún más en la herida de un Athletic desnortado y sin síntomas de encontrar la fórmula para enderezar el rumbo. Quiso, pero ni supo, ni pudo. Cheryshev, impecable el ruso, con buenas asociaciones con Luciano Vietto, sonrojó a la retaguardia vasca. De sus botas llegó el primer gol de los castellonenses. Pero sobre él pivotó el fútbol ofensivo de los de Marcelino, que lograron sentenciar el encuentro a siete minutos del final con un tanto, de penalti, de Bruno Soriano. Los locales siguen firmes en zona europea, mientras los de bilbaínos flirtean peligrosamente con la zona de descenso.

Faltó está el Athletic de mucho de lo que ahora tiene el Villarreal en cuanto al juego. Es una cuestión de tener un método afilado, los conceptos bien aprendidos, claridad en lo que hay que hacer en cada partido y ese pulso necesario para competir. Redondo, siempre con cuestiones por pulir, está el equipo de Marcelino, mientras que los de Valverde no levantan cabeza. Nada tiene que ver con el bloque intenso y con mayúsculo conocimiento y ejecución del juego, del suyo, que le llevó la pasada campaña a clasificarse para la previa de la Champions y eliminar luego, ya en agosto, al Nápoles y entrar definitivamente en la fase de grupos. Pero desde ahí todo se escurrió. Y el Villarreal, que es equipo serio y bien trabajado, no suele especular antes esas situaciones de los rivales. Y menos con la asociación Cheryshev-Vietto.