PERFIL

El regreso a la primera línea

A. CAPARRÓS

El delegado del Gobierno multiplica su presencia ante una hipotética derrota del PP en las elecciones autonómicas

Serafín Castellano ha puesto en valor el cargo de delegado del Gobierno. Un puesto que cotizará al alza si el Partido Popular no se mantiene al frente de la Generalitat en las elecciones autonómicas del próximo 24 de mayo. De hecho, quedaría como cabeza visible del Ejecutivo hasta los comicios generales de finales de año con un Consell de izquierdas enfrente. Todo un reto.

El político de Benisanó pagó el descalabro de los populares en las europeas, donde se dejaron cerca de medio millón de votos en la Comunidad Valenciana. Salió del Consell y fue destituido como secretario general de la formación en la Comunidad Valenciana. La Delegación del Gobierno, a la que accedió en el mes de junio, fue considerada como una salida airosa, pero Castellano tiene una forma de entender la política alejada de la primera línea. De hecho, en plena turbulencia de las relaciones entre el Ejecutivo central y la Generalitat por el trato que se dispensa a la Comunidad Valenciana y con la tensión que supone que Génova no haya confirmado a Alberto Fabra como candidato a la Presidencia de la Generalitat, Castellano ha multiplicado su presencia pública.

Acostumbrado a «vender» la gestión política, el delegado del Gobierno se ha convertido en el altavoz de las medidas y logros del Gobierno. Ya en su etapa en la Generalitat, Francisco Camps acuñó el término de «conseller veinticuatro horas» para definirle.

Político de «guardia»

Castellano, de hecho, es uno de esos políticos que trabaja un día de Nochebuena para anunciar rebajas del IRPF para las familias con las rentas más bajas o es capaz de entrar en directo un sábado a las siete de la mañana en un programa de radio para glosar las políticas del Ejecutivo en materia de seguridad rural.

El delegado del Gobierno se ha ganado a pulso en apenas unos meses el reconocimiento de sus superiores en Madrid. Castellano ya está en campaña y, al contrario que alguno de sus predecesores, tiene clara su misión de transmisor de los logros del Gobierno al que representa. Da lo mismo que se trate de las plazas del Imserso o la caída de la tasa de la criminalidad.

La «rave» de Benagéber

Además, desde el punto de vista de la gestión ha salido airoso del pulso de la «rave» ilegal de Benagéber. Una fiesta de Nochevieja sin permiso con cerca de 4.000 personas en la que se evitó un altercado de orden público de consecuencias imprevisibles. El Ministerio del Interior ha valorado su templanza. Solo el devenir de las investigaciones sobre supuestas actuaciones irregulares en su etapa de conseller (negadas siempre por el propio Castellano) pueden evitar que el delegado del Gobierno, un superviviente nato de la política, gane protagonismo en los próximos meses. Castellano, por lo pronto, ya ha tomado posiciones.

El regreso a la primera línea

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación