Castedo declara que no recuerda las conversaciones de Rabasa con Ortiz
La exalcaldesa de Alicante Sonia Castedo declaró ayer ante el juez que la investiga en el caso Brugal, por supuestamente haber beneficiado al empresario Enrique Ortiz en la tramitación del Plan Rabasa y la implantación de Ikea, que «no recuerda» la mayoría de las conversaciones. Algunos de estos pinchazos telefónicos –que ayer no se pudieron reproducir por falta de un técnico de audio– se grabaron en 2008.
No obstante, Castedo no se negó a responder a las preguntas del fiscal, se mostró «tranquila» y aludió en repetidas ocasiones a que todas las decisiones adoptadas en aquellos momentos contaban con el visto bueno de los técnicos municipales. Comparecía como imputada por los presuntos delitos de prevaricación y tráfico de influencias, sobre las supuestas ilegalidades en este plan urbanístico que preveía construir más de 13.000 viviendas en 4,2 millones de metros cuadrados, en una zona de expansión donde ahora se proyecta ubicar una tienda de Ikea. Este último establecimiento se tramita como una Actuación Territorial Estratégica (ATE) por parte de la Generaltat, mientras se resuelve la situación judicial.
La exalcaldesa se acogió, en cambio, a su derecho a no contestar a los abogados de las acciones populares, de EU-IU y PSPV-PSOE, en su declaración ante el juez instructor, Juan Carlos Cerón, y el fiscal Anticorrupción de Alicante, Felipe Briones,
Amistad, pero no «íntima»
Castedo negó que tenga una relación de amistad «íntima» con el empresario supuestamente beneficiado en el caso Brugal, Enrique Ortiz, pese a que admitió que sus familias han viajado y cenado juntas.
En el interrogatorio surgió el contratiempo de que resultó imposible escuchar las conversaciones intervenidas por la Policía entre la exalcaldesa y Ortiz, debido a que «no ha venido el técnico de audio» del palacio de justicia de Benalúa, según explicó el abogado de la acusación particular ejercida por EU, José Luis Romero, quien sin embargo declinó proponer el proceso con una nueva suspensión que los alargue «indefinidamente».
Castedo también declaró que el viaje realizado junto con su predecesor Luis Díaz Alperi a Lisboa para conocer las instalaciones de Ikea era «oficial», aunque se lo pagó de su bolsillo, y se comprometió a aportar los justificantes de este gasto.
A la llegada de Castedo a los juzgados, la anédocta la protagonizó gente anónima que la recibió con un ramo de flores que le han regalado unos vecinos, quienes también arrojaron a su paso una lluvia de pétalos. Y a la salida, reafirmó su inocencia: «No tengo por qué esconderme; tendría que hacerlo si hubiera cometido alguna ilegalidad o beneficiado al señor Ortiz, y no lo he hecho», además de enfatizar que le conoce «igual que a todos los empresarios de Alicante».
Tertuliana de TV
La etapa de seis años como alcaldesa y otras dos legislaturas como concejal electa han pasado a la historia para Castedo, que ayer se declaró ya «alejada por completo de la política» y una ciudadana más.
En cuanto a su futuro como persona «privada», recalcó que «nunca» volverá a la política, y hoy vuelve a aparecer en un plató de televisión «en calidad de tertuliana», pero al no ostentar ya ningún cargo público, a nadie importa «lo que cobre o deje de cobrar». Se trata de la misma cadena nacional en la que fue entrevistada el pasado sábado sin percibir remuneración alguna, cuando se difundió que le habrían pagado 400.000 euros. «Le puedo asegurar que si me los hubieran ofrecido, no es que hubiera dicho que sí, es que me voy en peregrinación a Madrid, a los estudios directamente, por 400, por 200, por 20 o por 10», ironizó. Su sucesor en la alcaldía, Miguel Valor, tuvo ayer palabras de afecto para Castedo: «Es una gran amiga mía, siempre estaré con ella y ella conmigo».