25 años de abc en la comunidad valenciana
Ángel Luna: «La guerra del agua ya aparecía en las novelas del siglo XIX»
El exalcalde socialista rememora en una entrevista la llegada de la edición alicantina de ABC
Sus recuerdos de la llegada de ABC a Alicante y la Comunidad Valenciana son de ávidez informativa por la perspectiva de un rotativo nacional sobre la realidad próxima. La redacción estaba muy cerca del Ayuntamiento y se encontraba con frecuencia tomando café con sus periodistas. «Acostumbrados como estábamos a tener los medios locales enfocados exclusivamente a eso y luego los nacionales, pues fue una apuesta potente, abrir el abanico», rememora el entonces alcalde alicantino.
—¿Cómo recuerda el Alicante de aquel momento y cómo ha cambiado la ciudad que es hoy?
—Mi mandato coincidió con una grave crisis económica, no comparable con la que estamos sufriendo en estos momentos, pero también fueron momentos de situaciones muy difíciles, con un nivel de sufrimiento en la calle importante. Recuerdo, por ejemplo, que las licencias de obra en una ciudad como Alicante fueron escasísimas entre 1991 y 1995 y luego, sin embargo, hubo un «boom» impresionante a partir de 1996.
—¿Y cómo se funcionaba en la economía sin tanta construcción?
—La obsesión de todo el mundo era salvar las pocas actividades industriales o de servicios que estaban en dificultades, más que cómo orientar el futuro. Nosotros hicimos un estudio que nos financió la Unión Europea, una especie de Plan Estratégico gracias a la Fundación para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo. El documento se quedó en el Ayuntamiento, lo elaboraron profesores del Departamento de Geografía de la Universidad de Valencia y decía cómo tenía que crecer y desarrollarse la ciudad de Alicante y qué elementos había de fortaleza para impulsar su economía.
—Parece que el turismo sigue siendo actualmente la base, la actividad predominante.
—Sin embargo, yo creo que la apuesta debería haber sido la de los servicios avanzados para dar soporte a la actividad industrial de la provincia. Está claro que las industrias no estaban en Alicante y, a partir de este estudio, estuvimos reflexionando sobre qué podía ofrecer la capital y la idea era que aprovechara su ubicación geográfica, el puerto, el aeropuerto, la terminal de ferrocarril, para dar servicios al resto de la provincia. Ya se empezó a hablar en aquel momento del cluster de actividades sanitarias, de los hospitales privados, gracias a la geografía, un elemento muy positivo que hay que aprovechar.
—En la primera portada de ABC en la Comunidad Valenciana se veía al entonces presidente de la Generalitat, Joan Lerma, junto a su homólogo de Aragón tratando del Ebro. El agua sigue siendo una cuestión sin resolver.
—Sí, es un tema que no viene de ahora, de muchos años atrás, la recurrente necesidad de agua que los diferentes proyectos políticos deben tratar de resolver. Y genera conflictos, ya está en las novelas valencianas del siglo XIX, con las guerras del agua. Cuando un bien escaso se tiene que repartir entre personas, grupos o colectivos... yo creo que de ahí la apuesta por las desaladoras, un nuevo caudal que vaya más allá del reparto de lo que hay.
—¿Cómo han cambiado los usos y costumbres en estas dos décadas y media, en el plano cultural?
—No ha cambiado, sigue habiendo un elemento central de la actividad festiva y cultural que son las Hogueras. La fortaleza de ese movimiento sigue acaparando toda la perspectiva de los elementos locales y culturales.
—¿Y qué cosas preveía usted en aquel arranque de los años 90 que después no se han cumplido?
—Pensaba que la ciudad iba a explotar mucho mejor la relación con la Universidad de Alicante. Sin embargo, no se han sabido manejar las posibilidades de sinergia.
—¿Puede haber influido que haya otra universidad en Elche, o el factor distancia desde el campus?
—Creo que no. Y la Universidad sí ha hecho un esfuerzo por estar presente en la ciudad y mantener una relación estrecha, además, hay buena parte de los terrenos que están en término de Alicante y está la Sede Universitaria. Me da la impresión de que desde el Ayuntamiento no se ha hecho el esfuerzo suficiente, y hablo también desde el punto de vista de las empresas, no solo en el plano cultural o académico
—¿En qué medida se cubrieron las necesidades informativas desde aquella llegada de ABC?
—En estos 25 años ha surgido la televisión, que lo ha trastocado todo: la manera de hacer política, la sociedad... en mis tiempos, apareció una televisión local y al final del mandato había dos, en una situación extraña, aún sin regular. Hoy es el mundo digital.
—Hay quienes ven ahí el fin de la prensa impresa...
—Yo sigo siendo un fan de la prensa escrita y profesional, porque en la red hay tantas cosas, que al final lo que falta es jerarquizar los temas. Cuando hay demasiada información, hay desinformación, tú entras en la red y te pierdes. No tengo claro que la prensa en papel desapareza, una cosa es que la leas en la tablet, pero el formato es el de periódico, solo cambia el soporte.