Incendio en el Barcelona

Leo Messi y el TAS agotan a Bartomeu

X. HERNÁNDEZ BARCELONA

El Barcelona está oficialmente en precampaña electoral. Ni siquiera un año ha durado la aventura en libertad de Josep Maria Bartomeu, exvicepresidente deportivo del fugado Sandro Rosell, como máximo mandatario del club azulgrana. Después de fulminar al director deportivo Andoni Zubizarreta por «una pérdida de confianza» y de asistir al grave conflicto entre Messi y Luis Enrique en apenas dos días, «Barto» se levantó ayer por la mañana convencido de continuar con el mandato «hasta 2016». Él se veía legitimado para mantenerse en el cargo pese a no haber ganado unas elecciones. Ni siquiera los continuos reveses a su gestión (caso Neymar, sanción de la FIFA, fallo negativo del TAS, problemas deportivos, etc.) le hacían apartarse de su postura inicial. No parecía haber crisis ni escándalo que lo turbara, pero la plana mayor de su junta directiva terminó convenciéndole para que adelantara las elecciones (previstas para 2016) a este próximo verano, tal y como le reclamaban cada vez con más vehemencia desde casi todos los frentes que rodean a la entidad.

La noticia saltó a las cinco de la tarde, después de un almuerzo en el que los vicepresidentes Javier Faus y Carles Vilarrubí persuadieron a Bartomeu para que abriera las urnas a finales de la presente temporada. «Creo que la tensión que vive el club hoy en día es desproporcionada, así que lo mejor es convocar elecciones», argumentó el presidente barcelonista, que compareció en el Camp Nou durante más de una hora. Otra cosa no, pero en aplomo y paciencia ante la prensa supera con creces a su predecesor en el cargo. Luego, que acierte o no en el contenido es otro tema. «Pido a los futuros candidatos que actúen con responsabilidad, ya que lo más importante es que el equipo tenga éxitos», insistió, consciente a la vez de que su futuro en unos comicios dependerá exclusivamente de que el primer equipo, empezando por Leo Messi y Luis Enrique, logre levantar algún título importante este curso.

Siguiendo lo que marcan los estatutos azulgrana, Bartomeu tendrá que dimitir en los próximos meses para que una junta gestora pueda convocar oficialmente las elecciones. Hasta entonces, su intención es seguir gestionando el club como siempre y tomando decisiones relevantes. En su agenda de prioridades están, por ejemplo, la negociación del próximo contrato televisivo o la adjudicación del faraónico proyecto de reforma para el Camp Nou que los socios aprobaron por mayoría en abril de 2014.

Leo Messi y el TAS agotan a Bartomeu

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