POLÍTICA
Génova cifra el coste de perder la Generalitat en hasta 800.000 votos para las generales
El PP teme el «efecto arrastre» de un hipotético paso a la oposición ya que los populares podrían dejarse el 60% de los votos obtenidos en 2011
La dirección nacional del PP en la calle Génova afronta los seis meses que restan hasta las elecciones autonómicas y municipales como un banco de pruebas para los inmediatos comicios generales. Más allá de la importancia de conservar el mayor poder territorial posible, el principal interés de Génova se centra en el «efecto arrastre» que las autonómicas tendrán en la siguiente convocatoria electoral, en la que Mariano Rajoy se juega el seguir como presidente del Gobierno.
En este sentido, preocupan especialmente los malos resultados que las encuestas , propias y ajenas, vaticinan en los dos históricos graneros de votos del PP nacional, la Comunidad Valenciana y Madrid. En lo que se refiere a la Comunidad, los informes internos de Génova concluyen que, si se pierde el Gobierno de la Generalitat, Rajoy va a tener muy complicado retener la Presidencia del Gobierno seis meses después.
Según fuentes populares consultadas por ABC, la vicesecretaría de Organización que dirige Carlos Floriano tiene sobre la mesa una proyección de voto según la cual, si el PPCV obtiene el resultado que ahora vaticinan sus propias encuestas (es decir, un 36% de los votos y entre 41 y 43 diputados autonómicos) y pasa a la oposición en la Comunidad, el PP nacional se dejará alrededor de 800.000 votos en las próximas elecciones generales, un 60% del apoyo obtenido en 2011 –cuando alcanzó los 1,39 millones de sufragios–.
El precedente de las europeas
Una sangría de votos que se sumaría a la que se espera en Madrid –y, en mayor o menor medida, en la mayoría de las autonomías–, y que impediría con toda seguridad que Mariano Rajoy obtuviese en 2016 una mayoría suficiente como para seguir en La Moncloa otros cuatro años.
La proyección de voto tiene en cuenta como un factor determinante el comportamiento del electorado valenciano en los comicios europeos, que se celebraron el pasado mes de abril. Entonces, en Génova contaban con perder alrededor de 200.000 votos en la región, por el desgaste de la marca debido a los procesos de corrupción y las medidas de ajuste por la crisis. Finalmente, y aunque el PP siguió siendo la fuerza más votada, el «batacazo» fue de cerca de medio millón de votos (470.000) respecto a las últimas elecciones europeas de 2009.
Esta proyección explica en buena medida la incertidumbre en torno a la candidatura de Alberto Fabra , alimentada tanto desde la dirección nacional del PP como por parte de algunos dirigentes del PPCV, que temen que con el actual presidente de la Generalitat como candidato, el partido que ha gobernado la región durante las dos últimas décadas no sea capaz de acortar la brecha que en estos momentos lo separa de la mayoría absoluta.
Izquierda fragmentada
El escenario que maneja el PPCV apunta la posibilidad de lograr la mayoría absoluta con un porcentaje de voto del 43%, dada la fragmentación del voto de izquierdas –en la oposición no hay en estos momentos una fuerza dominante, ya que el PSPV y Podemos obtienen prácticamente el mismo grado de apoyo, seguidos muy de cerca por Compromís–. Para lograr ese dato, que supondría perder siete puntos respecto al apoyo obtenido en 2011 (que fue del 50,6%), el PPCV necesitaría recuperar otros siete puntos respecto a la intención de voto que le otorga hoy en día el sondeo más favorable, que es el propio.
En Génova, donde –para contrariedad de los «barones» en la Comunidad– se tomará finalmente la decisión sobre la candidatura autonómica, se tendrá en cuenta el resultado de la encuesta, desvelada por ABC hace dos semanas, con la que el PP está testando el grado de conocimiento y apoyo entre los valencianos de Alberto Fabra y de otros cinco dirigentes: la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el vicepresidente de la Generalitat, José Císcar; la portavoz del Consell, María José Catalá; la coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig; y el líder de la delegación del PP español en Bruselas, Esteban González Pons.
Antes de Nochebuena
Los resultados de dicho sondeo, cuya elaboración –también en otras autonomías donde hay dudas sobre la candidatura– confirmó el pasado lunes el propio vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, se conocerán antes de Nochebuena. Si Fabra no es el mejor valorado –excepción hecha de Rita Barberá, incluida en la muestra como «termómetro»–, podrían precipitarse los acontecimientos.