Rita Barberá se reivindica como barrera frente a las aspiraciones del tripartito

La alcaldesa de Valencia acusa a la izquierda de intentar «quitarla de en medio» con el Caso Nóos «para tener alguna posibilidad de gobernar»

R. B. CRESPO

Rita Barberá rompió ayer su silencio tras varios días sin pronunciarse sobre la situación de su número dos, Alfonso Grau, imputado en el Caso Nóos. Y lo hizo para lanzar un mensaje político al ser preguntada por las declaraciones de dos expatronos de la Fundación Turismo Valencia, interrogados por el juez Castro, quienes reconocieron que fueron citados por la fundación para preparar sus declaraciones días antes de comparecer, estando presente el vicealcalde de la ciudad en uno de esos encuentros.

La petición de responsabilidades por la toma de decisiones en la celebración de los Valencia Summit desde la oposición es, en su opinión, «una manipulación que mezcla todo acusándome a mí» y achacó los ataques a la izquierda ante su «fragmentación»: «Todas estas incriminaciones vienen de una parte interesada, que es el PSPV. Es como si necesitaran engancharme de algún lado y quitarme de en medio para tener alguna posibilidad de gobernar, dada su incapacidad de ganar de manera cabal las elecciones en las urnas. Esto a mí lo que me da es mucha fuerza».

Barberá hizo de nuevo referencia a su futuro como candidata del PP a la Alcaldía en un intento de hacer frente al tripartito y evitar la imagen de debilidad que podría acarrearle la marcha de su número dos. «No me voy», subrayó.

El apoyo de su partido en este sentido también resulta clave. El pasado fin de semana, Mariano Rajoy le hacía un nuevo guiño al encabezar, junto al jefe del Consell, Alberto Fabra, la expedición valenciana a la convención de política local y buen gobierno que tuvo lugar en Barcelona como acto a favor de que Cataluña siga siendo parte inseparable de España.

Visibilidad en el PP

Este protagonismo otorgado por el presidente del Gobierno se suma a la destacada intervención en la última Intermunicipal que tuvo lugar en Murcia el pasado octubre –en la cual el PP la situó como la referencia de los alcaldes de España– y a la reunión mantenida el 12 de septiembre durante cuatro horas en la Moncloa.

Barberá es consciente de que la encomienda de Génova pasa por conseguir una fuerte movilización de cara a las próximas elecciones, sobre todo del voto abstencionista –el que más puede perjudicar al partido–, un objetivo que puede resultar empañado por las causas judiciales en las que está inmerso el PP y de las que tratará de mantenerse al margen, como es el caso de Grau.

Así, ayer afirmó desconocer las supuestas reuniones con los patronos para coordinar sus declaraciones en el Caso Nóos, aunque, eso sí, descartó cualquier medida contra el vicealcalde. «Es un señor hecho y derecho que tiene su responsabilidad. Sabe perfectamente si tiene que hacer algo y cuándo lo tiene que hacer, por lo que tomará la decisión que considere conveniente en el momento conveniente», comentó, a la vez que pidió «dejar actuar a la justicia»: «Vamos a esperar. El propio presidente del Gobierno y las líneas de actuación del PP son evidentemente tomar decisiones rotundas cuando se abra el proceso».

El portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento, Joan Calabuig, calificó de «bochornoso» que Grau «siga agazapado» y acusó al PP de «intentar desviar la atención hacia el vicealcalde» aunque la «responsable última de las decisiones que se han adoptado en este Consistorio durante las dos últimas décadas es Barberá».

De la candidatura del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la alcaldesa de Valencia prefirió no hacer valoraciones. «Eso tendrán que preguntárselo a la señora Cospedal, yo no tengo nada que opinar al respecto. Ella sabrá por qué lo ha dicho», señaló, en referencia a las ambiguas declaraciones de la secretaria general del PP sobre la «posibilidad de elegir entre bastantes personas».

Deuda del Valencia

Sobre la deuda que el Valencia CF tiene contraída con el Ayuntamiento, Barberá recordó que «debe pagarla porque es dinero de todos los valencianos, sean valencianistas o no » y ha de asumir los «compromisos» adquiridos con la administración local.

«En primer lugar, quiero desear lo mejor a los nuevos responsables y, en segundo lugar, espero que en el menor tiempo posible puedan mantener una reunión con el consistorio», señaló, aunque no precisó la fecha en la que se podría celebrar esta entrevista, que podría producirse antes de final de año.

La primera edil precisó que este encuentro sería «primero con la delegación» de Deportes y, «luego, lógicamente, con la alcaldesa para poner en claro la situación de los compromisos que tiene el Valencia con el Ayuntamiento y liquidarlos», en referencia a la finalización del nuevo estadio.

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