El Levante cae bajo la lluvia
Lluvia intensa y un césped pesado y con algunas zonas complicadas por la acumulación de agua. El marco prometía uno de esos partidos en los que los protagonistas deben ponerse el mono de trabajo y bajar al barro. Cosechó el Español un triunfo pasado por agua y que oxigenaba al equipo de Sergio González después de acumular cinco jornadas sin lograr ganar un partido. Duelo con ritmo, con buen pulso, y competido entre los blanquiazules y el Levante, que tuvieron que hacer un ejercicio notable para disputar cada balón. Tuvo que remontar el equipo local el tanto de Morales, que llegaba como héroe levantinista en el derbi valenciano.
A poco de superar los primeros diez minutos de partido, Ivanschitz sirvió de esquina con la zurda y el centro lo remató con la derecha David Navarro desde el punto de penalti. Kiko Casilla repelió el disparo, pero Morales acabó por cazar el balón y adelantar a los levantinistas. Repetía el interior derecho levantinista, quien noqueó la pasada semana al Valencia con un gol brillante y definitivo.
Los españolistas se mantuvieron notables en juego –dentro de las posibilidades que la intensa lluvia y el terreno de juego permitían– y la segunda línea procuró conectar con Sergio García, quien siempre le da ese algo diferente a los blanquiazules, y Caicedo. Cerca del minuto veinte, Lucas Vázquez condujo en diagonal el balón desde el costado izquierdo y desde el centro de la frontal del área buscó portería, pero interceptaron el balón por el camino. La fortuna fue que le quedó el esférico franco a Caicedo para golpear con la derecha ajustado al palo izquierdo de Mariño para empatar.
Se desarrollaba un partido sin un dominador claro. Con alternativas en el juego para unos y otros. Los locales buscaban engarzar su fútbol, mientras los visitantes, que por lo general presionaron bien en el medio campo, buscaban las contras y las acciones a balón parado. Pero pasada la media hora, Sergio Sánchez recuperó el balón en la medular, Lucas habilitó rápido a Sergio García, quien con un movimiento de cadera y una salida rápida disparó con genio al palo largo de Mariño.
Perseverancia inocua
En la reanudación, regresaron ambos equipos con el mismo pulso, con ritmo, con ambición por llegar al área rival, si bien la acumulación de agua se acusaba cada vez más y, de hecho, apuró en más de uno momento a los jugadores. Con el paso de los minutos, el Español comenzó a gestionar la ventaja. Pensaba en el triunfo después de no lograrlo desde el pasado 5 de octubre, cuando derrotaron a la Real Sociedad 2-0. En las últimas cinco jornadas, los de Sergio acumulaban dos empates y tres ocasiones en las que tuvieron que hincar la rodilla. Así, echó unos pasos atrás. Cedió terreno a los levantinistas, que buscaron la forma para ir profundizando hacia la portería de Kiko Casilla. El negociado no era fácil para los valencianos, pues el Español se defendía con buen orden y seriedad.
Los locales buscaban salir de su sector del campo, pero el Levante asumía el papel protagonista. Leía bien el partido, pero no daba con la buena elección de pase final para encontrar espacio ante la meta local. Con el paso de los minutos, el juego se complicaba y cualquier acción estaba supeditada a que un resbalón, un pase frenado o el desgaste mismo pudiese ser clave para la sentencia catalana o el empate levantinista. Pero el marcador se cerró con el 2-1 con el que se llegó al descanso.