Los Jaime I piden más financiación para frenar la desaparición de las vocaciones científicas

La entrega de los Premios Jaime I sirvió también este año para difundir el mensaje de que el desarrollo científico está directamente vinculado con el bienestar de los ciudadanos, y por tanto necesita apoyo público y privado. Su Majestad La Reina Doña Sofía, encargada de presidir ayer el acto en la Lonja de Mercaderes de Valencia, fue una de las primeras en destacar «que la investigación precisa del respaldo de todos». Le acompañaban en la mesa el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, y el presidente ejecutivo de los galardones, Santiago Grisolía.

Desde hace varias ediciones, la crisis económica ha protagonizado los discursos de los galardonados, así como los de los organizadores de la cita y los patrocinadores. Ya es tradición alertar contra las graves consecuencias que pueden reportar los recortes en educación e I+D. «La falta de inversión hace que las vocaciones científicas desaparezcan –apuntó Lina Badimón, premiada en el área de Investigación Médica–. No podemos permitir que las nuevas generaciones se queden sin entrenamiento ni plazas». También se refirió a la falta de oportunidades el físico Ángel Rubio, premio de Investigación Básica: «Creo que se comete un error al situar el problema en la fuga de cerebros, cuando el verdadero problema está en la falta de incentivos que ofrece España para atraer a los mejores científicos, tanto nacionales como extranjeros».

La nota más optimista la puso quizás José Vicente Tomás, reconocido en la modalidad de Emprendedor gracias al desarrollo de un novedoso sistema de impresión digital que ha revolucionado el sector de la cerámica en todo el mundo. Este empresario castellonense –cuyo premio ha sido patrocinado por Mercadona, EDEM y AVE– animó a los jóvenes a «pelear» y a «no tener miedo al fracaso». «Con esfuerzo, trabajo y dedicación, al final las cosas pueden salir adelante y podemos ser líderes en el mundo», concluyó.

Por su parte, Enrique Sentana, galardonado en el apartado de Economía, compartió la idea de que España está retornando a la senda del crecimiento, si bien manifestó su preocupación por la posibilidad de que la ralentización de la Eurozona malogre las pujantes exportaciones de nuestro país.

En los discursos de los Jaime I también hubo alguna que otra alusión velada al problema de la corrupción. Varios oradores –entre ellos el presidente de la Fundación Iberdrola y representante de los patrocinadores, Manuel Marín, o el presidente de la Fundación de Estudios Avanzados, Vicente Boluda– expresaron la necesidad de «volver al camino de la decencia, el rigor y la sabiduría» y de «pensar más en lo colectivo y menos en lo particular». Se da la circunstancia de que entre los miembros del jurado de la modalidad de Economía figura Rodrigo Rato –imputado por el caso de las tarjetas opacas en Bankia–, así como el vicepresidente de la Fundación de Estudios Avanzos, Rafael Aznar, que tendrá que declarar ante el juez el 3 de diciembre por presuntas irregularidades en la gestión del Puerto de Valencia.