Seis meses para las elecciones (II)

PP y PSPV afrontan las municipales pendientes de la regeneración

Los populares cambiarán rostros en Alicante, Orihuela y Novelda, y puede haber sorpresas en Benidorm, Denia y la Diputación alicantina; el PSPV ignora por el momento sus casos de imputaciones judiciales

PP y PSPV afrontan las municipales pendientes de la regeneración JUAN CARLOS SOLER

J. L. FERNÁNDEZ/D. MARTÍNEZ

La renovación política esperada por unos y pregonada por otros está asegurada con caras nuevas en varios de los principales ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, con independencia de los resultados electorales. Dado que los dos partidos mayoritarios, el PP y PSPV, se han comprometido hace unos días a no incluir en sus listas electorales a imputados por corrupción, una moción que han respaldado en los plenos municipales, de entrada ya hay varios feudos donde se impone el cambio de candidatos.

Pero al margen de los relevos en las candidaturas forzados por las situaciones judiciales , los dos grandes partidos tienen pendiente el lógico proceso de regeneración para dar paso a nuevos rostros y dar la réplica así a la imagen «fresca» que ofrecen a los votantes las numerosas alternativas minoritarias –hasta la fecha– que empiezan a proliferar a izquierda y derecha. Con todo, los tiempos políticos que guían la estrategia de PP y PSPV han provocado que, a seis meses de la cita con las urnas –a finales del próximo mes de mayo–, aún no se haya desvelado la incógnita de los cabezas de lista en municipios clave.

«Líneas rojas» en Alicante

Por población, el más grande es Alicante, donde Sonia Castedo ya anunció este viernes que no aspirará a la reelección en ningún caso. Previamente, había votado ya la cláusula de los imputados y, de esta manera, se había autoexcluido al acatar la orden dictada desde Valencia por su partido para todos los concejales del grupo municipal. Pero ahora, ni aunque se agilice el proceso judicial por posibles irregularidades en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y en el Plan Rabasa, y quede exculpada, no repetirá como candidata.

De momento, tal como publicó ABC, desde Génova quieren un alcalde de la capital alicantina que ni siquiera haya sido concejal con Castedo, si bien en la dirección regional popular tratarán de reconducir la situación con menos restricciones. Su apuesta es la consellera Asunción Sánchez Zaplana, que sí estuvo en el equipo de gobierno de Castedo. Pero la confección de la lista no está cerrada aún, puesto que la dirección provincial que preside José Císcar tiene en mente a otros dos posibles cabezas de cartel, los concejales Carlos Castillo y Luis Barcala, que cuentan con el respaldo de las bases, expresado en los distritos.

Del lado socialista habrá cambio de cartel, como desde hace décadas, ya que nadie ha repetido desde los años 90. Esta vez será el secretario general local y diputado nacional Gabriel Echávarri, que controla el aparato de un partido dividido e irreconciliable buena parte de la legislatura.

Elche y Orihuela, en el aire

Un exdiputado socialista opta también a la alcaldía en Elche, Carlos González, que sucede al exalcalde Alejandro Soler, a quien una denuncia por presuntos malos tratos y amenazas de su exmujer le apartó de la primera línea política, a pesar de que fue exculpado. Por parte del PP, Mercedes Alonso parece que aspirará a mantener la vara de mando, aunque en los últimos meses se ha topado con algunas disensiones internas en su grupo que amenazan la gobernabilidad en el tramo final de la legislatura.

Orihuela ofrecerá el lavado de cara más drástico , dado que varios de sus concejales están imputados en las filas populares, con la vicepresidenta de la Diputación y exalcaldesa, Mónica Lorente, y la presidenta local y portavoz del grupo en la oposición, Pepa Ferrando, entre ellos.

El rigor de populares y socialistas frente a las investigaciones sobre corrupción queda a la vista en dos municipios medianos en tamaño: Benidorm y Novelda. Mientras Agustín Navarro es el candidato autoproclamado del PSOE en la capital turística sin que nadie le tosa en su partido –a pesar de estar imputado por posible prevaricación, malversación y tráfico de influencias, por los que declarará como imputado por segunda vez el 29 de enero–, Milagrosa Martínez está apeada en su municipio del Vinalopó. Previamente el PP ya la apartó de las Cortes Valencianas.

Dos varas de medir

El desenlace benidormí dependerá de la aritmética, porque Navarro no tiene mayoría, y también de quién tenga enfrente en las filas populares, una incógnita a estas alturas, ya que el secretario local, el también diputado Manuel Pérez Fenoll, no será el elegido. En las últimas semanas había empezado a sonar con fuerza el nombre del diputado nacional Gerardo Camps, pero todo dependerá de cómo evolucione el caso del Centro de Convenciones de Castellón , donde varios imputados lo han señalado ante el juez.

El Caso Nóos

Otro ayuntamiento que todavía no está claro para la cita con las urnas es el de Denia, donde a priori parece que Ana Kringe repetirá por el PP, aunque actualmente está en minoría.

Finalmente, la Diputación puede deparar alguna sorpresa, si Luisa Pastor no opta a la reelección y se postula el presidente provincial del PP, José Císcar. De momento, uno y otra mantienen un prudente silencio, ambos oficialmente «disponibles» a los designios de su partido. En Génova no disgustaría una segunda legislatura de Pastor.

En la provincia de Valencia, los principales focos de incertidumbre son la capital del Turia y el Ayuntamiento de Gandía. En el primer caso, porque la posible reimputación del teniente de alcalde, Alfonso Grau, parece forzar a Rita Barberá – cuya candidatura se da por segura y se alienta desde Madrid – a renovar su equipo de confianza. Algo que, en cualquier caso, podría depender también de la propia voluntad de Grau, con una dilatada trayectoria a sus espaldas. En cuanto a Gandía, todo indica que el PP apostará por la continuidad de Arturo Torró, que ganó en 2011 el bastión socialista. En cuanto al PSPV, queda por resolver la «sucesión» definitiva del exalcalde José Manuel Orengo, más pendiente de la lista autonómica si el proceso judicial por prevaricación al que se enfrenta lo permite .

Conflictos internos

En Sagunto, el exalcalde Alfredo Castelló prefirió despejar la incógnita cuanto antes y ceder la Alcaldía en el tramo final de la legislatura a su «delfín» Sergio Muniesa para que la población lo conozca antes de la cita con las urnas. El PP podría tener que afrontar también una profunda renovación en Torrent, con Amparo Folgado –sucesora de la consellera María José Catalá– y su equipo imputados por un caso de prevaricación administrativa . De momento se apuesta por la continuidad. Populares y socialistas tienen también renovaciones pendientes, y conflictos internos por resolver, en pequeñas poblaciones como la Pobla de Vallbona o L’Eliana.

Y en Castellón, donde el presidente provincial, Javier Moliner, apuesta por una profunda renovación, hay que dar solución al conflicto con el alcalde de Vall d’Alba, Francisco Martínez, imputado por corrupción. También cerrar la transición en Navajas. Mientras, el PSOE apuesta por su alcalde más controvertido , José Benlloch, para Villarreal.

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