El Ayuntamiento de Valencia aumenta el presupuesto de 2015 un 1% hasta los 738,1 millones
El pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobó ayer el presupuesto de 738,1 millones de euros para 2015, un 1 por ciento más que el presente año, con los votos a favor del PP y con el rechazo de los grupos de la oposición.
El concejal de Hacienda, Silvestre Senent, fue el encargado de defender que las cuentas para el próximo año mantienen las inversiones y los servicios, gracias a los recursos propios y a la reducción de gastos de personal y «sin acudir a pedir dinero a los bancos».
A su juicio, estos presupuestos demuestran «el saneamiento, el esfuerzo y la preocupación del Ayuntamiento por mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos» y son fruto de una «gestión eficaz, austera, responsable y rigurosa», al tiempo que recordó que ya suman cuatro años «de moderado crecimiento» de las cuentas.
Los grupos de la oposición coincidieron en reprochar la reducción de personal, que las cuentas se preocupan más de devolver dinero a los bancos que en los ciudadanos y que está lastrado por la deuda.
Congelación fiscal
Senent resaltó que la reducción de gastos de personal y de carga financiera han permitido destinar más de 12 millones a otros capítulos y «más esfuerzo a las inversiones» y recordó que un año más han cumplido su «compromiso» de no incrementar la presión fiscal, además de argumentar que el 85,5 % del presupuesto se dedica a gasto social y «solo el 14,4 % a carga financiera».
Hizo hincapié en el «aumento considerable» en Bienestar Social y en que la partida para empleo se ha aumentado en 500.000 euros, pero separada entre empleo y emprendimiento, y defendió que la ejecución del actual presupuesto a fecha de hoy está al 90% y no al 35%, como asegura la oposición.
El portavoz del grupo municipal socialista, Joan Calabuig, incidió en la falta de implicación de las cuentas para la creación de empleo y la lucha contra la pobreza.
Según Calabuig, las partidas de limpieza «apenas han subido y a escasos meses de las elecciones» y rechazó la «tremenda deuda, no por grandes inversiones sino por errores en la gestión». «Se invertirá 53 euros por vecino y 127 a pagar a los bancos», insistió Calabuig, que cree que los presupuestos desde 2011 «no han servicio para contribuir a dar respuesta a la crisis ni a la creciente desigualdad».