El cambio de etiquetado de alimentos afectará a veintiocho mil empresas desde el 13 de diciembre
Cada día los consumidores quieren saber con mayor exactitud lo que compran. Unas veces por alergias, otras por intolerancias o únicamente por seguir estilos de vida más sanos. «Al consumidor cada vez le preocupa más la composición, el origen y las cualidades nutricionales de los alimentos», explica el jefe del Departamento de Legislación de Ainia, José María Ferrer.
Por ello, la UE ha decidido unificar la legislación existente hasta ahora en esta materia en un solo reglamento, que establezca las condiciones necesarias para que el etiquetado sea mucho más comprensible para los consumidores.
A partir del 13 de diciembre –como consecuencia del Reglamento 1169/2011 sobre información al consumidor– serán más de 28.000 empresas del sector de la alimentación y bebida en España las que deberán cumplir las exigencias de la UE adecuando sus etiquetas a la nueva legislación.
Los cambios afectarán al tamaño de las letras, las indicaciones de los posibles alérgenos, el etiquetado nutricional obligatorio, fechas de congelación y descongelación.
«Habrá que distinguir entre ‘‘congelado en’’ que será obligatorio para carne, productos de pesca no transformados y productos cárnicos, y ‘‘descongelado’’ aquellos productos que han sido descongelados antes de ponerlos a la venta», según Ainia.
Según los resultados de una reciente encuesta, el 96 % de las principales compañías del mercado de la alimentación y distribución española asegura tener ya adaptadas a las nuevas obligaciones al menos la mitad de las etiquetas de sus productos, según las mismas fuentes