Tablas tras 105 minutos de juego
Larguísimo e intenso partido en el Sánchez Pizjuán. No fue encuentro agresivo, pero sí estuvo repleto de choques fortuitos; especialmente lo sufrió el guardameta Beto, al que le debieron coser la barbilla en los primeros instantes. Interrupciones para atender a jugadores más las respectivas sustituciones que llevaron a completar un partido de 105 minutos entre el Sevilla y el Levante. La historia acabó en empate con goles de Vitolo, para los andaluces, y Víctor Casadesús, para los valencianos. Mayor valor el punto para los de Lucas Alcaraz para ir afianzando su proyecto tras sustituir a Mendilibar, puntuando en un complicado estadio. Los sevillistas tuvieron muchas fases de manejo del balón, pero los azulgrana replicaron a la contra. Apuró el Sevilla en los instantes finales. Tuvo ocasiones, pero el Levante, que nunca perdió la cara al partido, encontró a Mariño y la falta de acierto local. Seis minutos hubo de añadido en el primer tiempo; nueve se alargó el segundo.
Una acción en la que tuvo que ser intervenido Beto definió el primer acto en el Sánchez Pizjuán en dos partes. El portero portugués del Sevilla se llevó un golpe con un compañero que le abrió una brecha en la barbilla. Corría el minuto 21 y el guardameta luso, tendido en el césped, mostraba signos de dolor cuando los médicos le cosían la herida. Hasta ese momento, lo cierto es que el Levante llegó fiero a Sevilla. Muy ordenado y organizado de atrás hacia adelante, con una línea de presión muy avanzada, complicó a los locales en varias acciones. En todo caso, la mejor de los de Lucas Alcaraz en ese primer tramo fue a los dos minutos. Recibió Víctor Casadesús en el interior del área y su chut salvó a Beto, pero Carriço despejó cuando el balón se iba al interior de la portería. Poco después, Denis Suárez, chutó raso y ajustado al palo desde la frontal levantinista. Arribas, en un saque de esquina, remató de cabeza y obligó al portero del Levante a repeler bien abajo.
Sobrevino luego la lesión de Beto. Se cortó la presión levantinista. De hecho, se apreció cuando el juego se reanudó. Superada la media hora, Deulofeu, el mejor de los locales en el primer tiempo, centró tras un cambio de ritmo brillante ante Nikos y Vitolo remató de cabeza a la red. El Sevilla se adelantaba y ganaba además la posesión del balón. Monólogo posterior de los andaluces con el control del esférico, aunque sin lograr encontrar el resquicio en la defensa levantinista.
Los sevillistas salieron con velocidad, intensidad y ritmo tras el paso por vestuarios. La consigna se veía clara: marcar el segundo lo antes posible. El flirteo levantinista con el empate lo tradujo el equipo andaluz en un intento por secar cualquier posibilidad levantinista. Los valencianos, sin embargo, tuvieron su réplica en varias acciones a balón parado. Bacca estuvo cerca del gol, pero Juanfran lo salvó camino de meta.
Se mantuvo la intensidad por parte de los dos equipos. El control se repartía en todo caso. La sensación fue de un Sevilla que se diluía hacia la recta final del encuentro, mientras el Levante crecía en empeño. Beto erró en su salida de puños para despejar el balón en un saque de esquina, su defensa no logró desquitarse del peligro, El Zhar peleó por el balón, que le cayó entre rebotes a Víctor para igualar. Las interrupciones por golpes fortuitos se sucedieron. El Sevilla, que acabó mejor, se vio con nueve minutos de añadido, pero ya no hubo goles.