Pedro Sánchez evita concretar medidas contra los cargos imputados del PSPV

El líder de los socialistas presenta sus propuestas contra la corrupción, pero elude descartar a José Manuel Orengo y Agustín Navarro en las listas

R. B. CRESPO

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, evitó en su intervención en Valencia las investigaciones judiciales a cargos de su partido en la Comunidad Valenciana y eludió concretar medidas concretas contra personas que, como el «número tres» de la formación, José Manuel Orengo, están procesadas en causas judiciales, o que, en el caso del alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, se encuentran imputados.

Durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Ejecutiva celebrada ayer en Valencia –en la que se aprobó una declaración que recopila los compromisos y las propuestas de su partido contra la corrupción– prefirió ceder la palabra al secretario general del PSPV, Ximo Puig, preguntado por la posibilidad de incluir a estos dos dirigentes en las listas electorales si su situación no se hubiera resuelto todavía en el momento de confeccionarlas.

Respaldo a Orengo

El líder de los socialistas valencianos mantuvo la línea de los últimos días desde que se conoció el procesamiento de Orengo –a un paso de sentarse en el banquillo–, por contratar créditos por valor de más de 50 millones de euros sin la preceptiva autorización de la Conselleria de Hacienda. Insistió en que no se puede equiparar a la corrupción, puesto que su situación es «de carácter político con una derivada administrativa», y defendió de nuevo la actuación de su «número tres» como un modo de hacer frente a «la agresión y el ahogo permanente de la Generalitat». Aun así, apeló a su propia responsabilidad en el caso de que finalmente se produjera la apertura de juicio oral.

Puig aprovechó para criticar al PP por estar «empeñado en intentar decir que todos somos iguales y en ensuciar la vida política»: «Si alguien hace algo indebidamente, no va a tener que ser el PP quien nos diga que actuemos».

Sobre Agustín Navarro, que continúa imputado por los presuntos delitos de malversación, prevaricación y tráfico de influencias –por «enchufar» a casi medio centenar de amigos, familiares y militantes del PSOE y de los sindicatos de clase con contratos que ahora investiga la Justicia–, el líder de los socialistas valencianos prefirió no decir nada, pese a que su candidatura para 2015 ha sido ratificada para intentar retener la Alcaldía.

Por su parte, Pedro Sánchez prefirió centrar su intervención en denunciar los casos que afectan al PP, como el de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, de quien censuró que siga en el cargo con dos imputaciones.

También quiso hacer hincapié, una vez más, en el apoyo a Puig de cara a las próximas elecciones. Sánchez aseguró que «se va a volcar» con el socialismo valenciano para ganar los comicios, porque el cambio en la Comunidad «se puede producir» y es «una emergencia». «Para lograr la regeneración de la vida democrática en España es preciso que los populares pasen a la oposición», apuntó.

Paradigma

La idea de la Comunidad como paradigma de la corrupción –motivo por el que los socialistas realizaron la presentación de la llamada «Declaración de Valencia»– fue valorado por el PP como una «desfachatez». «Si el PSOE quiere buscar un Gobierno referente en corrupción debe mirar a Susana Díaz y Andalucía aunque sea solo por una cuestión aritmética, porque allí se encuentra el mayor caso de corrupción de España con 229 imputados». «Este acto es un insulto para la sociedad valenciana», recriminó el portavoz adjunto del grupo parlamentario popular en el Congreso, Rafael Merino, horas antes.

Pedro Sánchez evita concretar medidas contra los cargos imputados del PSPV

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