EN TERCERA PERSONA

La cultura como antídoto

«La subvención no era una condición suficiente para que surgiera el talento artístico»

JAVIER y MOLINS

Quizás fuera para paliar una imagen exterior marcada por la crisis y la corrupción por lo que algunos se habían inventado eso de la marca España y ahí es cuando se habían dado cuenta de la importancia del arte español de todos los tiempos. Si se trababa de trasladar una imagen positiva de España nada mejor que artistas como Sorolla (una exposición suya acababa de recorrer Dallas y San Diego, antes de recaer en Madrid), Picasso (se reabría su museo parisino) o El Greco, cuyas exposiciones con motivo del 400 aniversario de su fallecimiento se sucedían en todo el mundo.

Era bien cierto que la subvención no era una condición suficiente para que surgiera el talento artístico pero, sin duda alguna, un entorno en el que se favoreciera la cultura y se facilitaran ayudas para la creación, era más propicio para descubrir esos artistas que se supone que toda sociedad alberga en su seno. El 400 aniversario de la muerte de El Greco era un buen ejemplo de lo que los poderes públicos podían hacer por el arte.

En primer lugar, El Greco buscó fortuna en Venecia y en El Escorial para recabar finalmente en Toledo, lugares donde los poderes públicos de entonces, encarnados en la realeza y la nobleza, promovían y peleaban entre ellos por «fichar» a los mejores artistas. Ahora que se cumplían cuatro siglos de su muerte, la ciudad de Toledo se había volcado con una serie de exposiciones que habían dado un nuevo motivo a miles de visitantes para viajar a esa bella ciudad. El Museo del Prado había organizado una magnífica exposición que ponía en valor la figura de este pintor como maestro e inspirador de la pintura moderna. Y uno de los mejores museos del mundo, el Metropolitan de Nueva York, inauguraba el cuatro de noviembre la muestra «El Greco en Nueva York», en la que se podían ver las nueve pinturas que poseían en su colección con las seis que le prestaba la Hispanic Society. Una ruta que se completaba con la visita a la Frick Collection donde se exhibían sus tres Grecos, que no podían ser prestados a otros museos. La nota musical a la exposición la ponía el grupo valenciano «Capella de Ministrers» que ofrecía en distintas sedes de Nueva York una serie de conciertos de música de la época de El Greco. Cultura española y valenciana en la capital artística del mundo, una buena forma de mejorar la maltrecha imagen de un país.

www.javiermolins.com

La cultura como antídoto

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación