El carnicero de Cifuentes se acoge al derecho de no declarar en el juicio
Afirma que tiene «confusión» sobre lo que pasó aquel día de septiembre de 2013, cuando en una discusión, mató a su pareja, embarazada de ocho meses. Ayer empezó el juicio contra el carnicero de Cifuentes, acusado de la muerte de Carolina, que en ese momento convivía con él en la planta superior del establecimiento que regentaba el acusado en la citada localidad guadalajareña. Al parecer, todo se desencadenó por una pelea, aunque el acusado, de 39 años, ayer se acogió a su derecho de no declarar. «Lo siento mucho», le decía a los familiares de Carolina D. C., de 32 años en el momento de su muerte, separada y con tres hijos menores.
De hecho, ellos ejercen de acusación particular, además de una segunda causa abierta por la madre y la hermana de la víctima, Solicitan entre 20 y 25 años por el delito de asesinato así como 8 años por el de aborto, además de acusar al carnicero del delito de profanación de cadáver y hurto. Dos meses pasaron hasta que la Guardia Civil dio con el cuerpo de Carolina, tras las varias versiones que ofreció en un primer momento el acusado: desde un riachuelo cercano a la localidad de Riba de Saelices a un muladar. También aseguró que había arrojado los restos a una reala de perros. La verdad era que había troceado el cuerpo y lo había enterrado en cal viva cerca de unas naves de su propiedad, en Cifuentes y a escasos metros de su casa.
Por su parte, la defensa del acusado pide una pena máxima de dos años y un día al argumentar que se trató de un homicidio imprudente y que los hechos se produjeron cuando en el transcurso de una discusión la víctima golpeó la cara del acusado y éste, en un acto de defensa, la empujó cayendo hacia atrás y golpeándose en la cabeza con el pico de una cómoda, lo que le provocó la muerte.
Se quedó «bloqueado»
El abogado defensor señaló ayer durante el juicio que su defendido se quedó «bloqueado» tras los hechos, lo que le hizo tomar «decisiones absurdas», justificando así las numerosas versiones dadas durante la investigación e instrucción, «en muchos casos perjudiciales para su persona».
Además de las dos acusaciones particulares abiertas por los familiares de Carolina, se suma la de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que se persona como acusación popular al tratarse de un caso de violencia machista.
Mientras, la Abogacía del Estado, a través del ministerio Fiscal, considera que se trata de un delito de homicidio, ya que no considera probado el ensañamiento, por lo que pide 15 años de prisión. Lo que sí que recoge en su escrito es que el acusado trasladó el cadáver a la nave, donde descuartizó el cuerpo y lo enterró en cal en diversos puntos de la parcela. Asimismo, la Fiscalía apunta que el acusado realizó llamadas al móvil de la fallecida desde su móvil propio y sacó dinero con la tarjeta de crédito de su pareja para hacer creer que seguía viva. Unos datos que dieron la pista para acusar al carnicero, ya que las llamadas se triangularon en su domicilio a pesar de que él afirmó que Carolina le había abandonado hacía un mes. El Fiscal también recoge la obstaculización del proceso debido alas múltiples versiones que ofreció el acusado.
El juicio está previsto que continúe aún durante tres días más.