Los pueblos ribereños del Tajo reclaman el fin del trasvase
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Las concentraciones convocadas en varias localidades de la región para pedir el fin del trasvase Tajo-Segura y un «río vivo» congregaron a cientos de personas; la más multitudinaria, la de Talavera de la Reina, donde unos 1.500 vecinos se manifestaron desde la Plaza del Pan al Puente de Hierro.
En todos los casos, además de los convocantes, la Red Ciudadana por una Nueva Cultura del Agua en el Tajo/Tejo y sus ríos, participaron representantes de distintos partidos políticos, entre ellos del PP y el PSOE. Y es que, como aseguraba en Sacedón (Guadalajara), el alcalde de Pareja, el popular Javier del Río, las concentraciones «no son contra nadie ni ningún gobierno, sino en defensa de nuestros intereses, porque el estado actual de los pantanos nos condena».
Sin embargo, el director provincial de Fomento, Pascual Aguado, afirmó que Cospedal y el presidente Mariano Rajoy «nos han castigado en los dos últimos meses derivando a Murcia 45.000 millones de litros de agua que abastecerían perfectamente durante cinco meses a los castellano-manchegos».
Además, reclamó «un gran acuerdo marco nacional» para lograr un río limpio y con caudales ecológicos, donde los bienes y los recursos hídricos estén «en las mejores condiciones para todos».
En Sacedón, medio millar de personas pidieron el fin del trasvase Tajo-Segura y la creación de una lámina estable en los pantanos de cabecera y un «río vivo». Allí, el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños y alcalde de Sacedón, Francisco Pérez Torrecilla (PSOE) leyó un manifiesto acordado entre todas las organizaciones convocantes.
«Los pantanos de Entrepeñas y Buendía almacenan hoy 332,8 hectómetros cúbicos, solo el 13,7 por ciento de su capacidad, esto es injusto y estamos aquí para decir alto y claro no al trasvase Tajo-Segura», afirmó Torrecilla. Pidió una lámina estable de agua de 1.000 hectómetros cúbicos, un plan de fomento para el uso de los embalses y una concesión de 260 hectómetros cúbicos para regadíos en los pueblos ribereños.
También exigió, como se hizo en otros lugares en cuatro comunidades autónomas y once localidades de Portugal, «un río vivo con un caudal ecológico mínimo suficiente para que sea sostenible».
La lectura del manifiesto fue interrumpida en numerosas ocasiones con gritos de «no al trasvase», «agua si, trasvase no» y la canción «que lo vengan a ver, los pantanos vacíos y aquí no hay agua para beber», que fue coreada durante toda la mañana por los participantes, según informó Efe.
Los actos se sucedieron ayer en otras poblaciones ribereñas como Aranjuez, Toledo, Carpio de Tajo, Candeleda, El Gordo y varios municipios portugueses,