La Junta pretende anular la parte del convenio sanitario con Toledo
Nuevos detalles sobre la polémica con el convenio sanitario entre Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, que está en el aire desde que el PSOE ha entrado en el Gobierno regional. Así, ayer en Guadalajara, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, puntualizó que los servicios jurídicos de la Junta están estudiando una posible anulación parcial del acuerdo, en concreto en la parte que afecta a Toledo. El Ejecutivo de García-Page alega que las condiciones que afectan a las provincias con las que se firmó el convenio (Toledo y Guadalajara), son diferentes, y por tanto se deberían estudiar por separado.
Hace dos semanas, Fernández ya declaró que este convenio, que fue firmado por el anterior Gobierno liderado por María Dolores Cospedal, «no favorece a la región, ni a la Consejería de Sanidad, ni si quiera a los castellano-manchegos», y que el departamento jurídico de su Consejería estudiaría su anulación.
Para argumentar esta postura, el titular de Sanidad afirmó que «los hospitales donde son atendidos los pacientes limítrofes con Toledo no tienen la capacidad ni las especialidades suficientes para atender a esta población». Días más tarde afirmaba que, en el caso de Guadalajara, el convenio seguiría, en principio, tal y como está: «Para Guadalajara entendemos que hay que seguir ofreciéndole los servicios en hospitales de Madrid y arbitraremos las medidas necesarias con la consejería de Madrid y con el Gobierno de España para que así siga siendo», adelantó ayer con respecto a la incertidumbre creada entre los usuarios guadalajareños, que pagan 376 euros por paciente.
Sin embargo, el consejero ya reconoció ayer que esta anulación parcial «parece difícil», pues, a pesar de que han contactado con la Comunidad de Madrid, aún no han recibido contestación. «Las condiciones son diferentes y los servicios jurídicos tienen el encargo de hacer una denuncia judicial en el caso de Toledo y en el de Guadalajara, mientras no estén resueltos los Fondos de Cohesión, será difícil realizar la demanda porque no se les va a dejar sin la atención sanitaria que merecen», explicó Fernández.
Si no, seguirá el acuerdo
En caso de que no pudiera anularse parcialmente, el responsable de Sanidad afirmó que se seguirá adelante con el convenio «hasta que se encuentre una solución paralela». Jesús Fernández recordó que el convenio sanitario con Madrid no es el único existente y que Castilla-La Mancha tiene firmados otros acuerdos con Aragón, Castilla-León y Valencia «sin ningún sobrecoste», por lo que afirmó que no entiende «por qué en el caso de Madrid, los castellanomanchegos tienen que pagar dos veces, con los impuestos y con el convenio».
Además Fernández Sanz apuntó que el convenio sanitario no incluye la farmacia hospitalaria, que tiene «un elevado coste» y que paga Castilla-La Mancha, ni tampoco el pago por la atención que la región realiza a madrileños en Castilla-La Mancha.
En esta línea, insistió en que el Gobierno de Castilla-La Mancha «no quiere romper ni quebrantar el Sistema Nacional de Salud», tal y como algunas formaciones políticas les han acusado, y defendió un convenio sanitario que se pague con los Fondos de Cohesión Sanitaria.
Asimismo, Jesús Fernández subrayó que la tarea de un ministro de Sanidad es «velar para que sus ciudadanos sean atendidos en las mejores condiciones y de igualdad en cualquier punto del Sistema Nacional de Salud» y avanzó que Castilla-La Mancha va a intentar que esto sea lo que ocurra.
El convenio sanitario con Madrid permite a los ciudadanos de zonas limítrofes o cercanas a Madrid, como Illescas, Seseña o Azuqueca de Henares, acceder al servicio sanitario que tienen más cercano, a pesar de pertenecer a la región. Concretamente, a los de Toledo se puso a disposición el Hospital del Tajo de Aranjuez y el Infanta Cristina de Parla. Los pacientes toledanos pueden elegir acudir a estos dos centros madrileños y el Sescam, a cambio, paga el 95 por ciento de las costas sanitarias de los pacientes castellano-manchegos en estos centros al final de cada mes, teniendo que pagar el resto del dinero al año siguiente. Los pacientes de Guadalajara son derivados a Madrid en aquellos servicios que no pueda prestar el Hospital Universitario