Conmemorando el alzheimer
En Castilla-La Mancha, dicen las estadísticas que más de la mitad de las 12.500 personas diagnosticadas de algún tipo de demencia padecen alzhéimer
Conmemorar un día internacional es luchar contra el olvido, la ocasión este 21 de septiembre de concienciar a la sociedad y recordar a aquéllos que ven disolverse sus recuerdos junto con los que suplen con un enorme esfuerzo las carencias de los servicios sociales.
Muchos castellano-manchegos conocemos por casos cercanos los efectos de la enfermedad del alzhéimer, directamente sobre quienes la padecen y sin excepción sobre su entorno familiar directo, que ejemplifica como pocas otras dolencias lo que se ha venido en llamar dependencia, uno de los derechos sociales que pensábamos conquistados y la crisis ha revelado frágil y en retroceso en favor de otras prioridades.
No hay política que merezca la pena que no se dirija a las personas, que las pierda de vista.
El alzhéimer está ya considerado como la primera causa de demencia en el mundo y los expertos pronostican que se convertirá en la enfermedad más importante del siglo XXI, por delante del cáncer o las enfermedades cardiovasculares.
En Castilla-La Mancha, dicen las estadísticas que más de la mitad de las 12.500 personas diagnosticadas de algún tipo de demencia padecen alzhéimer, atendidas en muchos casos a través de un amplio tejido de asociaciones que dedican su esfuerzo a esta importante labor.
Hay mucho camino por recorrer, y la Administración debe no sólo acompañar a enfermos y personas implicadas a título individual o colectivo.
Queremos que el de Castilla-La Mancha sea un Gobierno cercano y convencido de que lo más importante son las personas, por encima de los números y los réditos. En ese sentido, nos disponemos a escuchar en este Día Mundial a las asociaciones, a los profesionales y a los familiares, con el fin de entender mejor la complejidad de un problema que sin duda requiere del trabajo coordinado y multidisciplinar de varios departamentos.
La lucha contra el alzhéimer afecta a un diagnóstico temprano, a la atención directa a los enfermos y cuidadores, también a la prevención, a la investigación sobre una enfermedad aún hoy en gran parte desconocida que incapacita física y mentalmente a quien la padece, a la suma de recursos y voluntades públicas y privadas.
La Organización Mundial de la Salud reconoce la demencia y el alzhéimer como una prioridad de salud pública. Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha nos hemos propuesto estrechar y reforzar la colaboración con las personas afectadas, familias y asociaciones para impulsar una atención social y sanitaria integral y de calidad.