3-1: El Real Oviedo se crece en casa y vence al Albacete
El Albacete no pudo hacer nada contra un rival muy acertado de cara a porería
El Real Oviedo lavó ayer su imagen tras la derrota en Vitoria al vencer por tres goles a uno a un Albacete que pudo empatar el encuentro en los primeros compases de la segunda parte, posibilidad que disipó el conjunto local con un contraataque que resultó letal para la portería albaceteña.
Hervías, uno de los más activos durante los primeros minutos del encuentro, provocó, en una de sus internadas, la que sería la falta del primer gol del partido, libre directo magistralmente ejecutado por Susaeta, que envió el balón al fondo de las mallas tras ajustar su disparo al palo izquierdo de la portería defendida por Dorronsoro.
El segundo tanto de los azules llegaría tras una acción personal de Borja Valle, que tras regatear a dos rivales tiró desde la frontal del área y su disparo se le escapó de las manos al meta visitante, que acabó por introducir el balón en el interior de la portería.
El Albacete continuó intentando crear peligro y buscar huecos en la defensa azul, mucho más compensada y ordenada que la jornada pasada con la vuelta de David Fernández al centro de la zaga, y los acabó encontrando en un balón bombeado que recibe Santi Jara, quien dejó un pase atrás para que Rubén Cruz rematara y redujera la diferencia en el marcador a pocos minutos del descanso.
Tras acortar distancias en el marcador, en la reanudación el Albacete salió a por el partido, por lo que el Real Oviedo abogó por el contraataque como forma de hacer daño al rival, que continuó moviendo el banquillo para ganar en verticalidad y poder empatar el encuentro y dio entrada a Diego Benito y Jason.
El Oviedo tuvo oportunidades para marcar, como un remate de cabeza de Peña a saque de falta de Susaeta que se va fuera o un contraataque elaborado por Hervías y Linares, pero las de mayor peligro la puso el Albacete.
Pero dos minutos del final, Linares aprovechó un error en defensa, se hizo con un rechace y batió a Dorronsoro en el área, lo que supuso el definitivo tres a uno en el marcador y el batacazo definitivo para un Albacete que, pese a intentarlo no pudo hacer más.