El PP responde
Alonso: «Parece que a algunos les gusta volver a la guerra del agua»
La diputada regional del PP Claudia Alonso afirmó ayer que parece «que a algunos les gusta volver a traer a Castilla-La Mancha la guerra del agua», en relación con el trasvase Tajo-Segura, cuando esta cuestión había quedado solucionada en la legislatura anterior.
A preguntas de los periodistas, sobre la intención del Gobierno de Castilla-La Mancha de recurrir cualquier trasvase que considere ilegal, Alonso comentó que «es llegar el PSOE y que vuelvan otra vez los mismos temas que hace 30 años». Alonso también criticó que «durante 30 años no fueron capaces de dar una sola solución, ni una».
Y subrayó que la anterior presidenta de Castilla-La Manca, María Dolores de Cospedal, «consiguió que se estableciera» una reserva estratégica en la cabecera del Tajo de 400 hectómetros cúbicos, que triplicó la cantidad que un «expresidente socialista de la región reconoció» que no se abría conseguido «ni en nuestros mejores sueños», apuntó Alonso en referencia a José Bono.
«Aquí se llegó a una solución sin plantear una guerra del agua, guerra que parece que a algunos les gusta volver a traer a Castilla-La Mancha», opinó la diputada popular.
A su juicio, los hechos ponen en evidencia «lo que han hecho unos gobiernos y lo que hicimos otros gobiernos».
Por su parte, el portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, afirmó que cualquier trasvase que se esté realizando hoy del Tajo al Segura es «ilegal» e incidió en que ya fue una «negligencia política» del ministerio ordenar un trasvase en julio, con 420 hectómetros de agua en la cabecera.
Hernando aseguró que el Gobierno castellanomanchego ha exigido al Ejecutivo central, en concreto a la ministra de Agricultura, el «cese inmediato del trasvase», y precisó que, si no lo hace, «vamos a estudiar las medidas legales necesarias para defender nuestros intereses».
Nacho Hernando insistió en que «esto no es una guerra del agua», pero dejó claro que Castilla-La Mancha quiere agua, por lo que el Gobierno regional busca sentarse a dialogar no solo con Valencia y Murcia, sino en un ámbito nacional y de un modo «riguroso, sosegado y serio».