Eliotoro anuncia una querella contra el Ayuntamiento de Almagro

La empresa taurina Eliotoro anunció ayer que se va a querellar contra el Ayuntamiento de Almagro por difamación e injurias sobre la suspensión del festejo taurino de esta localidad, hecho que según fuentes del Consistorio se debió a la falta de responsabilidad del empresario Eloy Lillo, quien no cumplió su compromiso verbal con el alcalde.

En un comunicado remitido ayer, Eliotoro manifestó que estas acusaciones perjudican gravemente su imagen, dignidad y reputación máxime cuando no existe un contrato o documento oficial de compromiso firmado por lo que exigió una rectificación por parte del Ayuntamiento. La empresa, que defiende su solvencia y seriedad a través de su currículum, califica de «irresponsabilidad» culpar a una empresa cuando no se ha llegado a buen puerto en unas negociaciones: «Es lamentable comprobar que quienes nos gobiernan no sepan diferenciar una negociación de un compromiso firmado».

Así, explican que efectivamente se estuvo en contacto con el Ayuntamiento con el ánimo de llegar a un acuerdo para poder celebrar una corrida de toros en sus ferias y fiestas, acordándose el cartel de Finito de Córdoba y El Cordobés y un posible tercero que se barajaban entre Joselito Adame, López Simón y Miguel Abellán con los toros de D. Juan Albarrán.

«Mientras se negociaba el cartel, con el tiempo que esto requiere para sincronizar las agendas de toreros, el Ayuntamiento no cesó en presionar para que la firma del mismo se produjera de inmediato con una nueva condición que antes no habíamos observado, el entregar una fianza fijada en 18.000 euros que por lo visto es lo habitual en esta población», dice el comunicado.

De este modo, Eliotoro se pone en contacto con el anterior empresario para ver si él había consignado el año anterior la mencionada fianza, «y nos contestó que de ninguna manera, que sí realmente se la habían pedido, pero él se negó en todo momento y el Ayuntamiento accedió a que no se depositara cantidad alguna».

«Somos en efecto emprendedores que asumen todo el riesgo que esta actividad económica conlleva, pero esto exige un tiempo para estudiar si el proyecto es viable o no antes de dar una respuesta en firme que se materializa en un contrato, y esto es lo que el Ayuntamiento no respetó en ningún momento».