Los obispos llaman a «tomarse en serio» la protección de la Tierra

Algora y Rodríguez se suman a las palabras del Papa en su encíclica en la que aboga por introducir una «ecología integral, que incorpore las dimensiones humanas y sociales»

L. BARAZA

El obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, pidió a todos los católicos que se «tomen en serio» la protección de la Tierra y que se pregunten «qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan» para ser conscientes de que cuidar de la casa común es cuidar de todas sus criaturas.

Algora, que compareció acompañado por el director del Itquima de la UCLM, el doctor en Ingeniería Química y miembro de la asociación Reino de los Ángeles, Juan Francisco Rodríguez, se sumó de esta forma a las palabras que el Papa Francisco ha difundido a través de su encíclica «Laudato Si», en la que a través del medio ambiente y mirando el problema ecológico en su conjunto, aboga por una «ecología integral».

Es decir, abogó por seguir esta propuesta que incorpora las dimensiones humanas y sociales porque «no podemos entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida». A juicio del Papa, tal y como puso ayer de relieve el obispo, «la integralidad de la Tierra nos afecta a todos» y este concepto «no debe reducirse a la definición de políticas ambientales».

No ataca a los poderosos

El prelado ciudadrealeño aseguró que la intención del Pontífice no es atacar a los poderosos ni «meterse en historias que no le competen». Su intención, a través de esta encíclica «es magistral y pastoral»: «a los católicos nos pone en orden para que nos tomemos en serio lo que le está pasando a la Tierra, para que no pasemos indiferentes en esa globalización de la indiferencia».

El tema, según puso de manifiesto Algora, no es tan novedoso ni sorprendente en tanto que hace 171 referencias a otras encíclicas y que es una preocupación que también comparte la mística musulmana. «El Papa suma, no divide porque, dice que la causa es tan fuerte que tenemos que ir unidos para lograr esa ecología integral».

Pero no mira el problema del medio ambiente de manera aislada sino que lo conecta fuertemente con la relación de fragilidad que el planeta tiene con la pobreza, añadió. Y lo verbaliza a través de la «debilidad de las repuestas a aspectos como el impacto sobre los pobres, la cuestión del agua, la pérdida de la biodiversidad o la deuda ecológica».

Algora, en este sentido, y sumándose a la propuesta papal, animó a los católicos a «hacer pequeñas cosas» que estén en sus manos para contribuir a «otro estilo de vida que haga presión sobre quienes ejercer el poder para que consideren el impacto ambiental». Por eso, resaltó que la encíclica «desmonta» el relato del Génesis de que el hombre puede dominar la Tierra por mandato divino. «No somos depredadores», dijo el obispo.

Juan Francisco Rodríguez, por su parte, aportó también su visión sobre el texto papal y remarcó que «desde el respeto al medio ambiente se deriva ineludiblemente el respeto a una parte de la humanidad para protegerse de los desmanes de la otra parte».

Destacó el interés del Pontífice es resaltar que los problemas que tiene el medio ambiente repercuten directamente en los pobres y que el hombre no puede dominar la tierra, sino que tiene obligación de cuidarla. Además, puso en valor la «valentía» en la utilización de conceptos como ecología integral y sus recomendaciones para abordar esta problemática tanto desde el punto de vista individual como colectivo.

La valentía del Papa

También el arzobispo primado de Toledo, Braulio Rodríguez, se refirió ayer a la encíclica y destacó la «valentía» del Papa Francisco al dedicarla al medio ambiente, considerando «estúpidas» las críticas que ha recibido por ello.

En opinión del arzobispo de Toledo, con esta encíclica, el Papa «no quiere dar lecciones a nadie», sino que «recabando muchos datos, habla, apuntando a soluciones concretas y ahí es donde está la valentía».

Rechazó las opiniones de quienes piensan que el Papa «debe dejar estas cosas a los científicos y dedicarse a predicar a Jesucristo», citando expresamente al Partido Republicano y algunas multinacionales, según la información recogida por Efe.

Para monseñor Rodríguez, «la valentía del Papa es decir que o cambiamos todos nuestros hábitos y, sobre todo, los que tienen más posibilidades que son los que, a veces, están haciendo más daño al planeta, o eso se vuelve contra nosotros».

Se preguntó qué hacen los poderes económicos en la región africana de los Grandes Lagos con el coltán y otros minerales muy importantes y se ha contestado a continuación: «se lo llevan y no participa nadie de las personas que allí habitan».

Los más débiles

A juicio del arzobispo primado, la principal preocupación del Papa es que «los más débiles del planeta son la mayor parte de la población» y en este punto hizo hincapié en que, en su encíclica, dice «cosas sublimes pero luego tan sencillas como que un consumismo absoluto lleva a que las fuentes de las energías o la alimentación se estropeen».

Recalcó también que «hay que abandonar esa espiral de consumismo horrible en que nos hemos metido» y compartió la solución apuntada por el Papa de que esto debe hacerse «desde la base, desde la educación».

Dicho esto, reconoció que «aquí nos cuesta reaccionar porque hemos acostumbrado a nuestros niños a tener demasiadas cosas, que no es que sean malas en sí, pero que hace que el ser humano crezca en mucha rapidez, en mucho conquistar y en una competitividad muy, muy tremenda».

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