Ángel Mariscal recibe el bastón de mando de la alcaldía Cuenca
Entre sus medidas, un nuevo POM, bajada de impuestos, el turismo y mejorar la movilidad
Ángel Mariscal fue investido ayer como primer edil de la capital conquense. El popular obtuvo 10 votos frente a los 8 del socialista Juan Ávila y tres de la candidata de Izquierda Unida, Ana Sánchez. Si bien el voto es secreto, también hubo tres abstenciones, postura que ya había anunciado públicamente que tomaría la formación Ciudadanos, que por primera vez forma parte del gobierno municipal.
Arranca así una legislatura en la que corporación estará formada por cuatro grupo políticos. Algo que Mariscal aseguró que, «lejos de ser una condena o un problema, es una suerte que obligará a basar su gobierno en el diálogo».
El acto de investidura se llevó a cabo en la antigua iglesia de San Miguel, desde la una de la tarde, y el nuevo alcalde estuvo arropado por la presidenta en funciones de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal.
La mesa estuvo presidida en su inicio por el concejal más joven y el más mayor, en este caso Pablo García y Ana Sánchez, ambos de Izquierda Unida. Todos los concejales prometieron o juraron su cargo excepto el socialista Enrique Hernández Valero que por encontrarse hospitalizado no pudo asistir y cuya ausencia recibió un caluroso aplauso del público en señal de apoyo. Los integrantes de Izquierda Unida prometieron su cargo «sin renunciar a sus creencias republicanas o por imperativo legal».
Tras recibir el bastón de mando que le traspasó su antecesor Juan Ávila, Mariscal realizó un discurso en el que se mostró visiblemente emocionado y en el que apuntó que, a partir de ahora, se abre un periodo de cambios para «dar soluciones a lo que de verdad importa». Mariscal dijo que ser alcalde de Cuenca es «la mayor responsabilidad que pueda tener en lo profesional» y aseguró que lo afronta «con mucha ilusión» y, hacerlo en estos momentos de dificultad, «supone una motivación adicional».
Según el popular, el primer paso será el de conocer «la situación real del ayuntamiento» y, a partir de ahí, llevar a cabo una gestión «cercana, rigurosa, coherente, que se comprometa con la ciudadanía tal y como los ciudadanos esperan». Por ello, apostó por «políticas trasparentes, que se llegue a acuerdos y se anticipen a los problemas» gobernando «de una manera ética». En este sentido, dijo que el despacho del alcalde va a estar «en la calle».
Mariscal mostró también su voluntad de «crear un gobierno dialogante y comprometido en la defensa de los intereses generales de la ciudad» e insistió que un buen alcalde debe conocer los problemas de la ciudad, prestando atención a los barrios y las pedanías. Asimismo, afirmó que su prioridad serán los jóvenes, las mujeres y los parados de larga duración, centrándose en realizar políticas sociales y de solidaridad».
Un nuevo POM
Un nuevo Plan de Ordenación Municipal (POM) que ofrezca suelo para atraer a las empresas, la bajada de impuestos, la mejora de la movilidad y convertir Cuenca en uno de los mejores destinos turísticos fueron algunos de los compromisos que trasmitió el nuevo alcalde.
El primer edil conquense subrayó que Cuenca se encuentra en el «inicio de una nueva etapa», un camino «en el que quiero contar con todos» y en el que, junto al resto del equipo de gobierno, asume la «enorme responsabilidad de liderar el cambio y de pilotar el futuro de la ciudad».
Mariscal también tuvo palabras para Enrique Hernández y deseó su pronta recuperación.
Por su parte, Juan Ávila, tuvo palabras también en primer lugar para Valero y abogó, ya en clave política por el diálogo y el consenso. En este sentido se comprometió a hacer «una oposición respetuosa y pensado exclusivamente en el interés de Cuenca».
La concejal de Ciudadanos agradeció a sus compañeros de partido y familiares el apoyo prestado y dijo que su objetivo es que el ayuntamiento se gestione de «una forma distinta a como se ha hecho en los últimos 30 años». «Gobernar con eficiencia, transparencia y participación ciudadana».
La concejal de Izquierda unida, Ana Sánchez, aseguró que su objetivo es el de escuchar la voz del más desfavorecidos y calificó la situación actual del ayuntamiento de «agónica» por las «políticas neoliberales del bipartidismo».
Sánchez recordó que su formación tiene, en esta ocasión, los mejores resultados de su historia en el Ayuntamiento y recordó que el Consistorio no estará dirigido por ninguna «mayoría absoluta».