Cultura
Pequeños artistas en el Museo de Arte Abstracto
El Museo de Arte Abstracto de Cuenca de la Fundación Juan March ofrece desde ayer y hasta el 21 de junio la muestra «Del aula al museo», que recoge una selección de trabajos realizados por alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria de los centros que han participado durante el curso en las actividades didácticas ofrecidas en este espacio.
La muestra es, por una parte, el resultado del trabajo iniciado en el aula tras la aplicación de los contenidos incluidos en unas maletas didácticas que el museo proporciona a los centros escolares. Éstos están basados en el color, la materia y el volumen como elementos de expresión.
La colección
Por otra, la muestra recoge los trabajos realizados en el taller, una vez que los alumnos han visitado el museo a través de los itinerarios desarrollados en torno a la colección permanente o a las exposiciones temporales que han tenido lugar durante el curso: Josef Albers: proceso y grabado (1917-1976); Kurt Schwitters. Vanguardia y Publicidad; y Libros (y otras publicaciones) de artista, 1947-2013.
La muestra, además, tiene como objetivo favorecer el acercamiento al arte contemporáneo a través de unas propuestas que desarrollan el aprendizaje, el diálogo y el pensamiento crítico, a través de la creatividad y la capacidad de expresión.
Además, a partir del 24 de junio y hasta 18 de septiembre se podrá ver en este espacio enclavado en el casco antiguo la exposición «Max bill: obras de arte multiplicadas como originales (1938-1994)», dedicada a la obra gráfica del polifacético artista suizo La obra de Bill, pintor, arquitecto, escultor, diseñador gráfico, tipográfico e industrial, publicista y educador- se cuenta entre las pioneras del llamado «arte concreto».
La exposición presenta más de un centenar de obras (121 piezas de obra gráfica y 7 pinturas relacionadas con ellas) que permiten constatar la coherencia que la obra gráfica de Max Bill guarda con su intensa investigación teórica en torno a la noción de forma, una investigación que le ocupó desde su juventud y animó su trabajo como artista, diseñador y arquitecto. Concebida gracias a la autorizada guía de Jakob Bill, hijo del artista y sin duda uno de los más profundos conocedores de su obra, esta muestra es una de las pocas exposiciones que se han dedicado en extenso a la rica producción gráfica de Max Bill.