El Quijote y santa Teresa, citas culturales para cerrar 2015
La programación rinde homenaje a dos de las figuras más ligadas a la historia de la región
Una de los grandes acontecimientos que acapara la programación cultural en Castilla-La Mancha es la celebración del IV Centenario de la publicación de la Segunda parte del Quijote, un reconocimiento y una recuperación de la figura y del espíritu de la obra universal a través de una amplia programación en el que se rinde tributo al Caballero de la Triste Figura, un personaje unido a nuestra historia.
Uno de los homenajes más importantes, además de las exposiciones y la apertura de los lugares que recrean pasajes de la novela, ha sido la celebración el pasado abril del segundo pleno extraordinario de la RAE que se celebró en el Teatro Auditorio de Argamasilla de Alba. Este acto fue presenciado por unas 400 personas.
Arte y vestuario de época
También en marzo se abrieron dos exposiciones en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Se trata de «La España de los Austrias», comisariada por Víctor Manuel Antona, jefe de Servicio de Archivos y Museos de la Consejería de Educación, que trabajó durante más de dos años junto con un grupo de profesionales para rendir un merecido homenaje a la época en la que Miguel de Cervantes escribió «El Quijote».
La otra exposición, «La Moda Española en el Siglo de Oro», sigue aún abierta. Esta muerta, que está comisariada por Rafael García Serrano (exdirector del Museo de Santa Cruz y del Museo del Traje), consta de una selección de más de 270 piezas, indumentaria, joyas, calzado y otro tipo de complementos, que se corresponden con los años en que vivió Cervantes y coinciden con los reinados de Felipe II y Felipe III. Las dos exposiciones alusivas al Quijote en el Museo de Santa Cruz han recibido más de 6.000 visitas desde su apertura.
En el caso de la «España de los Austrias», refleja el impacto de una época crucial en la historia de España, como la de la Casa de los Austrias, a través de 300 piezas entre cuadros, orfebrería, esculturas y textiles, que se ha dividido en cuatro apartados: Reyes Católicos, Carlos I, en la que adquiere mayor protagonismo Toledo; Felipe II y los Austrias menores.
La segunda propuesta, «La Moda en el Siglo de Oro», que estará abierta hasta el 14 de junio, ocupa el crucero superior del Museo y reúne, por primera vez en España, una selecta colección de piezas únicas procedentes de una treintena de instituciones españolas, además de diversos préstamos procedentes de Italia, Francia, Reino Unido, Suecia, Polonia o Hungría.
Se trata de un viaje a la España de los siglos XVI y XVII, en la que se puede constatar la gran influencia que España tuvo en la época de los reinados de Felipe II y Felipe III a la hora de establecer las tendencias que imperaban entonces en el mundo de la moda.
Los lugares del Hidalgo
También en varias localidades de la región se rinde homenaje a la inmortal novela. En el municipio del Toboso se puede visitar la «Casa de la Torrecilla», que acerca al visitante la figura de Ana Zarco de Morales, y también se puede recorrer el Museo Cervantino que alberga 200 ediciones del Quijote.
Si hay una localidad toledana referente en la inmortal novela de Miguel de Cervantes, esa es Esquivias, un municipio que no se puede dejar de visitar durante este IV centenario. La Casa Cervantes perteneció al hidalgo don Alonso Quijada de Salazar, miembro de la familia de los Quijada, ricos terratenientes esquivianos.
En la provincia de Albacete, concretamente en Munera, el visitante encontrará dos esculturas fabricadas en hierro forjado artesanalmente. Se trata de Don Quijote y su fiel escudero, Sancho Panza, elaboradas en 1997 para recuperar el pasaje del capítulo XX, donde se cuenta que Don Quijote acudió allí para asistir a las Bodas de Camacho.
En Argamasilla de Alba (Ciudad Real) se puede visitar monumentos como la Casa Cueva Medrano, lugar en el que se puede ver las dependencias que sirvieron de prisión a Miguel de Cervantes. Y en la Casa del Bachiller, en el número 1 de la calle Académicos, se evoca la figura del Bachiller Sansón Carrasco. Y de esta localidad a Campo de Criptana, donde la estampa más popular son sus molinos de viento, icono de Castilla-La Mancha y de las batallas del Hidalgo Caballero, y que han sido declarados Bien de Interés Cultural.
En Ciudad Real capital, el acontecimiento más importante de este año ha sido la reapertura del Museo del Quijote, que incluye la maquinaria teatral de la época de la novela y una muestra interactiva. Al margen de este compendio de homenajes, la programación del año Quijote ha traído y seguirá trayendo hasta la comunidad autónoma a destacados grupos de teatro, danza y a primerísimas figuras de la canción, como Alejandro Sanz y Pablo Alborán.
El año Teresiano
Y el Año Quijote se complementa con la programación dedicada a santa Teresa de Jesús, «La santa de Ávila», y el testimonio religioso que dejó en muchos lugares de Castilla-La Mancha. En Toledo, el Ayuntamiento ha preparado un programa que incluye música, teatro y conferencias, y que se suman a las actividades iniciadas en octubre en conmemoración del V Centenario del nacimiento de santa Teresa, con el fin de difundir los lugares teresianos en la ciudad.
Toledo que forma parte de una de las diecisiete ciudades que forman parte de la «Red Huellas de Teresa», ha preparado diversas actividades en los sitios donde vivió la santa. La apertura de conventos de clausura ligados a la figura de la religiosa ha sido un descubrimiento para el visitante.
Por otra parte, la localidad de Pastrana (Guadalajara) juega un importante papel al ser «la única ciudad teresiana donde la homenajeada fundó dos conventos, y ello hace que sea un lugar de parada obligatoria durante este año de esta celebración».
A Malagón (Ciudad Real) llegó la escritora mística, acompañada por doña Luisa de La Cerda, viuda de Arias Pardo de Saavedra, Señor de Malagón, para fundar un monasterio, único testimonio de su presencia en este municipio.
Finalmente, en Villanueva de la Jara (Cuenca) la santa carmelita y andariega llegó un frío 21 de febrero de 1580 para instituir su Regla a unas mujeres beatas, y proyectar su convento en torno a la ermita de Santa Ana.