Echániz insiste en el «bloqueo» de Page para abrir el «Rafael del Pino»
El consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, volvió ayer a poner en el disparadero al alcalde de Toledo y candidato del PSOE a la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, para que el Ayuntamiento de la ciudad conceda «la licencia de apertura» al polideportivo Rafael de Pino. Echániz subrayó que se cumplen 431 días desde que se solicitó el permiso al consistorio y «no hay ninguna razón para que no la den».
Sin embargo, el Ayuntamiento asegura de nuevo que ya concedió la licencia de apertura para que «solo» los pacientes del Hospital Nacional de Parapléjicos utilicen el centro. Desde el Consistorio se insiste en que «si se quiere cambiar el uso dotacional» para que el pabellón sea utilizado por todo el mundo, «hay que pedir un nuevo permiso».
Acompañado del director general de Mayores, Personas con Discapacidad y Dependencia, Juan José García Ferrer, el consejero afirmó, en alusión a García-Page, que «hay personas que en estos momentos están jugando con la salud de los ciudadanos y están trabajando para que no se abran instalaciones», como ese pabellón.
«Sacar rédito político»
David Atienza, diputado del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha y presidente de la Comisión de Políticas Integrales de la Discapacidad en el Congreso, añadió que García-Page está «maltratando» a Rafael del Pino, ya fallecido y mecenas de este polideportivo. Además, dijo que el candidato socialista «solamente intenta sacar rédito político al no conceder la licencia».
Atienza, en silla de ruedas, fue una de las personas que apoyaron al consejero durante el acto reivindicativo delante del pabellón. También estuvieron representantes de tres asociaciones relacionadas con discapacidades: el presidente del Club Deportivo Apace (Asociación de Ayuda a la Parálisis Cerebral), Segundo Beltrán; la presidenta de Ademto (Asociación de Eclerosis Múltiple de Toledo), Begoña Aguilar, y la vicepresidenta de la Asociación de Párkinson de Toledo, Cristina Orgaz.
Aguilar reclamó, para el colectivo de personas con discapacidades y capacidades diferentes, la apertura del centro porque, indicó, «para nosotros la actividad deportiva es una manera de integración muy importante. Además, está comprobado que toda la actividad física mejora la calidad de vida de personas con discapacidades». «Si entre todas las instituciones aportamos un poquito de sensibilidad y cordura, tiene que ser muy fácil la puesta en funcionamiento de una instalación con estas prestaciones», pidió. Beltrán, que tiene un hijo con discapacidades, y Orgaz hicieron hincapié en exigir la apertura del centro.
Respuesta municipal
Sin embargo, el portavoz del equipo de Gobierno respondió que «el Ayuntamiento no va participar en la complicidad que pueda tener el señor Echániz para que un tercero haga un negocio». Rafael Perezagua manifestó que la «voluntad» de Rafael del Pino era «una instalación pensada para las personas atendidas en Parapléjicos, no pensó en que fuese una instalación para todo el mundo y un negocio». El portavoz municipal sugirió que, si se quiere cambiar el uso dotacional, que se pida un nuevo permiso.
El concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, explicó que en septiembre de 2011 el Ayuntamiento concedió la licencia de apertura, pero condicionada a resolver unos flecos relacionados con la piscina; a finales de 2013, la Fundación Rafael del Pino envió al consistorio las correcciones oportunas y los servicios técnicos municipales dieron el visto bueno a la instalación. «Desde ese momento, la fundación puede abrir el centro siempre y cuando sea para el disfrute de los pacientes de Parapléjicos», afirmó Nicolás.
Sin embargo, más adelante representantes de la fundación se reunieron con miembros de la corporación municipal, a los que manifestaron que no tenían suficiente dinero para hacerse cargo del mantemiento del pabellón. La fundación propuso que lo gestionara una empresa privada y que fuera abierto para todos los usuarios, por lo que, según el ayuntamiento, es necesaria otra licencia. El Consistorio está a la espera de que la fundación solicite el nuevo permiso.