Juzgan al exdirector de un colegio por engañar para mantener la «ratio»
La fiscalía pide cuatro años y medio de prisión por un «delito continuado»
La picaresca, en este caso informática, para conseguir más alumnos y beneficios económicos en un centro educativo, es lo que ha llevado al que era su director a ser juzgado hoy en la Audiencia Provincial de Albacete. El exdirector del colegio público Virgen de Los Llanos de Albacete se le juzga por manipular los datos de matrículas de alumnos durante tres cursos escolares con el fin de contar con más profesores y conseguir beneficios en la adquisición de material escolar o subvenciones.
Alumnos ficticios
Según el escrito de la fiscalía al que ha tenido acceso ABC, los hechos suponen «un delito continuado de falsedad en documento oficial y pide cuatro años y medio de prisión, además de la suspensión de empleo o cargo público por el mismo tiempo y el pago de las costas procesales».
El juicio tiene lugar en la Sección Primera de la Audiencia provincial de la capital albaceteña y el procesado responde a las siglas M.J.G.C., que, durante esos años que sucedieron los hechos, ejercía como director del centro educativo, concretamente entre los cursos 2006-2007 y 2008-2009.
El ex director’, y según el escrito de la fiscalía, «supuestamente manipuló el sistema informático para que alumnos que abandonaban el centro para ir a otro colegio siguieran registrados». La acusación mantiene que el procesado alteró la base de datos «de forma consciente e intencionada».
El programa informático Delphos es un soporte informático utilizado por la Consejería de educación y Ciencia de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha para la tramitación de las altas y de las bajas de la matrícula de alumnos en los centros docentes. Así el exdirector, y según escrito de la fiscalía, cuando un alumno concreto iba a abandonar el Colegio, para trasladarse a otro centro educativo manipulaba en el programa Delphos «la reseña personal de los referidos alumnos, añadiendo al final del primero o del segundo de los apellidos la letra b». De esta forma, el programa no procedía a eliminar del listado informático a los alumnos que se daban de alta en otro centro, ya que al añadir la letra «b» no coincidían el nombre y apellidos, y por tanto el sistema informático no lo deba de baja de forma automática. De esta forma, en el curso escolar 2006-2007 hubo 69 alumnos «matriculados de forma ficticia» en el colegio, 45 en el curso siguiente y 44 en el 2008-2009.
Mantener la ratio
El acusado «incluso se les llegaba a evaluar en las actas de evaluación final, aun cuando ya no asistían al colegio, acordándose su promoción al curso siguiente, dando lugar a que la situación irregular de matriculación ficticia se perpetuase curso a curso». De esta forma, el acusado, según la Fiscalía, no sólo mantenía matrículas de alumnos que se habían cambiado de colegio sino que «les llegaba a evaluar en las actas» pasándoles de curso y de esta forma en el curso 2006-2007 hubo 30 alumnos que promocionaron «de forma ficticia», otros 15 en el curso siguiente y 19 en el curso 2008-2009, según recoge el informe.
La acusación pública dice que el acusado intentaba así «mantener» la ratio para tener tres líneas para cada nivel o curso escolar y, de esta forma, tener «ventajas de índole económica y organizativa» para obtener subvenciones, expedición de vales de gratuidad para la adquisición de material escolar y la adjudicación del número de profesores en el Centro.