La UME repliega sus fuerzas y da por finalizado el simulacro en Daimiel
A primera hora de la tarde de ayer la Unidad Militar de Emergencia empezó a replegar a sus efectivos tras decretar el paso del nivel 3 al 2 de emergencia, simulando un salto temporal de ocho días en los que, en circunstancias reales, se comprueba que los servicios básicos de la zona afectada empiezan a funcionar y se entiende que la Comunidad Autónoma puede asumir con sus medios el control operativo de la emergencia. No obstante, como explicaba el jefe de la Oficina de Comunicación de la UME, Javier Marcos, en una actuación real, la UME seguiría colaborando, así lo hizo por ejemplo tras el terremoto de Lorca cuando prolongó su presencia sobre el terreno durante seis meses.
Aunque la evaluación global del simulacro se concretará en no menos de cinco o seis meses, tal y como explicaba a los medios el teniente general César Muro, a nivel técnico la sola coordinación de 4.000 personas ha sido todo un reto. El responsable de prensa de la UME subrayaba la implicación tanto institucional como ciudadana de Daimiel. «Esa cercanía con la población, la posibilidad de que sean testigos directos del trabajo de la UME es uno de los aspectos más positivos de estas maniobras», aseguraba.
Como muestra de ese buen entendimiento con la sociedad daimieleña, la UME condecoró ayer a mediodía a la empresa Alvinesa por la cesión de sus antiguas instalaciones como parte fundamental del simulacro. El consejero delegado de Alvinesa, Jesús Cantarero, comentaba a Radio Daimiel que la sintonía que hubo desde el primer momento entre ambas partes propició que el ejercicio haya alcanzado la magnitud que hemos observado estos últimos días. «Estamos muy contentos con la experiencia y ellos creo también están muy contentos con la colaboración de la empresa», recalcaba.
Paralelamente a este acto, las últimas horas del simulacro observadas en la jornada matinal sirvieron para que los efectivos pusieran en práctica una situación de rescate de estructura colapsada dividido en varias fases consistentes en asegurar el edificio, rescate vertical con cuerdas y tratamiento de víctimas contaminadas en el Silo Municipal, uno de los puntos más elevados de Daimiel.
En este punto igualmente se produjo la visita y participación de escolares del colegio público La Espinosa, a quienes se informó de una forma didáctica de lo que ocurría y pudieron incluso colaborar con los bomberos de la UME.
En Torralba, donde ha estado ubicada la morgue, el jefe de asistencia Jurídica de la UME, José María Catalán, explicaba que 70 miembros de la Guardia Civil, 40 efectivos de la Policía Nacional, 40 del Instituto forense y otros sanitarios y miembros de Protección Civil, han participado en las labores de reconocimiento e identificación de unos 300 supuestos cadáveres, así como en la atención a sus familiares. La jornada finalizó con una visita guiada para autoridades por los principales escenarios del simulacro. La visita, que arrancó sobre las tres de la tarde en el puesto de mando ubicado en Manzanares, contó con la presencia del embajador de EE.UU. en España, James Costos.