II CUMBRE INTERNACIONAL DEL VINO
Calidad. Es la palabra clave de la Cumbre Internacional del Vino que ayer arrancó en Toledo con el acto de inauguración y las posteriores sesiones de análisis. Y es que en la región con el mayor viñedo del mundo y líder en ventas en el exterior durante el pasado año, la calidad sigue siendo la asignatura pendiente de un sector que está tirando de la recuperación económica, como reconocía la presidenta de Castilla-La Mancha durante la inauguración.
Fue María Dolores Cospedal, acompañada por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, además del alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, como anfitrión, los encargados de intervenir en la jornada inaugural.
La presidenta regional insistió, al igual que lo hizo en la primera Cumbre, celebrada en 2013, en que la región no es solo el mayor viñedo del mundo, sino que también tiene una «calidad inmejorable». La cuestión es hacer valer la marca y colocar a Castilla-La Mancha «en una posición de excelencia».
En un salón de actos del Palacio de Congresos de Toledo abarrotado, con presencia de viticultores, bodegueros, cooperativistas, representantes de organizaciones agrarias, pagos y denominaciones de origen de toda la región, así como importadores extranjeros y numerosos medios de comunicación, la presidenta regional aseguró que su intención es que esta celebración «haga de la calidad de los vinos castellano-manchegos nuestra seña de identidad».
Aunque Castilla-La Mancha es líder en exportación de vino en volumen y facturación durante el año 2014, con 569 millones de euros y casi 1.200 millones de litros vendidos, la mayor parte se exporta a granel. El paso es ofrecer vino embotellado y de calidad, con lo que el valor añadido del producto sería muy superior y crecería también la facturación.
Por ello, Cospedal recordó la importancia de apostar por la comercialización «que es la base en la que nos tenemos que fijar para que la calidad del vino que producimos sea reconocida y regrese a Castilla-La Mancha en términos económicos con la creación de riqueza y empleo».
Uno de los principales retos es potenciar la competitividad, insistió la presidenta regional. «Un desafío integral que estoy convencida que vamos a superar». Y recordó los 20 millones de euros en ayudas para más de 500 acciones de promoción en mercados exteriores.
También recalcó que el sector agroalimentario ha sido uno de los sectores «más fuertes, que más ha ayudado a la recuperación de la economía y que ha tirado del carro de la innovación y la exportación», de ahí los esfuerzos del Gobierno regional en proporcionar ayudas para la modernización de las infraestructuras y el viñedo.
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, felicitó a la presidenta de Castilla-La Mancha por la organización de esta Cumbre, porque «no podría haber ningún lugar mejor para celebrarla que Castilla-La Mancha, el gran viñedo del mundo».
También incidió, al igual que Cospedal, en que la calidad y la innovación son elementos fundamentales para el futuro del sector vitivinícola, «que pasa necesariamente por una mayor internacionalización».
García Tejerina aseguró que «el viñedo y el vino son activos fundamentales de nuestro patrimonio; nos imprime un carácter singular, además de desempeñar un papel fundamental para la conservación de nuestro medio ambiente».
En su intervención, recordó algunas de las actuaciones de su departamento en favor del sector, como la Ley de la Cadena Alimentaria, con la que se pone fin a la entrega de productos sin precio ni plazo fijo de cobro -y que tanto abunda en el sector vitivinícola-; también mencionó la Ley de Integración Cooperativa, destinada a concentrar la oferta y ganar en dimensión (sólo en Castilla-La Mancha hay 168 cooperativas de vino). Y el Ministerio trabaja en un proyecto de ley para reforzar la calidad de los productos alimentarios y el impulso de la innovación.
Y no olvidó mencionar los 47.000 millones de euros conseguidos por España de fondos europeos de la nueva PAC, lo que es alrededor del 30% de la renta agraria de casi 900.000 explotaciones. «Hemos puesto seguridad y certidumbre donde antes había desconfianza y falta de objetivos», aseguró la ministra.
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, resaltó que el vino es «una seña de identidad» para Castilla-La Mancha, «que podría denominarse casi una gran bodega para el país».
También acudieron a la inauguración el presidente de las Cortes Regionales, Vicente Tirado; la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, y el delegado del Gobierno en la región, Jesús Labrador.