Los niños de la pedanía de Valverde estrenarán colegio el próximo curso
La pedanía de Valverde verá por fin, el curso que viene, cumplida una de sus grandes reivindicaciones. En el mes de septiembre los alumnos del colegio «Alarcos» no volverán a las aulas prefabricadas en las que han estado recibiendo clases en los últimos siete años sino que podrán estrenar nuevo centro.
El consejero de Educación de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, anunció ayer en Ciudad Real que la Junta ha aprobado un presupuesto de 270.000 euros para acometer esta obra que permitirá que este colegio unitario, en el que actualmente cursan sus estudios 29 menores, pueda ejercer su actividad de una forma «digna».
La actuación programada por el Gobierno regional, dentro de un paquete de medidas por el que también se realizarán mejoras en otros diez colegios de la capital, supondrá la ampliación en 280 metros cuadrados del colegio actual, dotándolo de aula de usos múltiples, pista deportiva y patio con porche.
Todo ello, explicó Marín, bajo un criterio de eficiencia energética y enmarcado en la apuesta que el Ejecutivo castellano-manchego está haciendo por fomentar «una educación de calidad e igualitaria» para todos los ciudadanos de la región.
El nuevo centro, cuyo proyecto estará acabado la semana que viene para que las obras se realicen en verano coincidiendo con el periodo no lectivo, ha sido fruto «de los desvelos» tanto de la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, como de la alcaldesa pedánea, Esther Carrión, así como del equipo directivo de este colegio, que han venido reclamando su mejora desde el principio de la legislatura.
Y en este sentido recordó que esta inversión llega una vez que se ha logrado «hacer sostenible la educación» y ahora que la economía permite empezar a hacer inversiones.
Marín hacía este anuncio momentos después de reunirse con la alcaldesa capitalina y la pedánea y sus equipos en materia de Educación, en un encuentro en el que también participó la directora del colegio «Alarcos».
Una necesidad
Rosa Romero, por su parte, se mostró satisfecha porque finalmente los niños de Valverde abandonen las aulas prefabricadas que no reunían «los requisitos mínimos de dignidad».
En su intervención ante los medios, la alcaldesa de Ciudad Real aseguró que la mejora de este colegio ha sido siempre una prioridad de su agenda política, y que consciente de las grandes dificultades económicas con las que empezó la legislatura «siempre pedí que cuando la situación cambiase» se tuviera en cuenta esta «necesidad importantísima».
