Caja Rural cerró 2014 con un crecimiento de un 21,8%

M. M.

«Una entidad sólida con unos cimientos de acero». Fue una las frases que el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha, Víctor Manuel Martín López, empleó ayer después de desgranar la cuenta de resultados de la cooperativa de crédito en 2014. Cerró este ejercicio con un «espectacular crecimiento» de un 21,8%, consolidando su desarrollo con un activo de balance de 6.677 millones de euros, 1.200 más que en 2013.

Caja Rural, que creció de manera importante en todos los indicadores financieros, obtuvo un beneficio antes de impuestos de 22,8 millones de euros (un incremento del 340% sobre el ejercicio anterior). Una cifra que «incide directamente en la solvencia» y en una «magnífica solidez» de esta entidad, que cumple este año sus bodas de oro con más de 400.000 clientes.

Fue el 30 de marzo de 1965 cuando, bajo el nombre de Caja Rural Provincial de Toledo, celebró su primera asamblea general. Luego dejó de ser provincial para ser regional, cambiando más tarde su denominación social por la actual.

Ayer, el presidente de la entidad, Andrés Gómez Mora, recalcó el «milagro económico» logrado por una cooperativa de crédito «muy modesta» que ha pasado a ser «una gran entidad», donde trabaja desde hace 26 años. «Es un momento histórico», sentenció antes de dar la palabra al director general.

40.000 nuevos clientes

Y no es para menos esa satisfacción, a tenor de los resultados desglosados por Marín López. Al «espectacular crecimiento» del 21,8% y los 22,8 millones de euros en beneficios antes de impuestos, se suman unos recursos propios que ascienden a 329 millones y un índice de solvencia del 13,11%. Este dato supone cinco puntos más de lo que exige el Banco de España, por lo que Caja Rural Castilla-La Mancha se sitúa entre las más pujantes de España, según el director general de esta cooperativa de crédito.

Todas esas cifras se lograron, en parte, por el incremento de nuevos clientes: 40.000 más en 2014, lo que disparó el número total hasta los 412.134 a fecha de 31 de diciembre. Esa creciente confianza de socios y clientes se ha visto reflejada, según Martín López, en la «importante evolución» de los recursos gestionados, hasta totalizar 4.403 millones de euros, una cifra que es más de un 16% superior a la de la misma fecha en 2013.

La solvencia de estos clientes se aprecia también en el ratio de morosidad, situado en el 3,33 por ciento, muy alejado del 12,61 por ciento del sector financiero al cierre del ejercicio. Con ese mínimo indicador de morosidad en las manos, Martín López dejó claro que Caja Rural tampoco ha descuidado «en ningún momento» el nivel de saneamiento de su balance y ha continuado incrementado los saldos correspondientes a los fondos de cobertura de inversión regular, hasta alcanzar un ratio próximo al 110 por ciento.

¿Y el crédito? Caja Rural Castilla-La Mancha realizó 11.069 operaciones en 2014, con una media de 56.140 euros y una inversión de 621 millones. Así, el total de la inversión crediticia acumulado ascendió a los 2.895 millones de euros, esto es, 400 millones más que en 2013. «El grifo en Caja Rural Castilla-La Mancha ha estado abierto durante la crisis porque no traíamos mochilas llenas de piedras», aseguró su director general.

Sectores capilares

Martín López recalcó que esos datos en un año «francamente bueno» se deben, en gran parte, a la apuesta de la entidad por pymes, autónomos, cooperativas y particulares. «En definitiva, por los sectores más capilares de la sociedad, por la economía real, que es la que potencia el desarrollo colectivo», resumió. Martín López tampoco se olvidó de los profesionales que trabajan en y para Caja Rural Castilla-La Mancha.

Una entidad implantada también en la Comunidad de Madrid y en Ávila que da empleo a 981 profesionales, 75 más que en 2013. Cuenta con 353 puntos de atención al público, entre oficinas y agencias financieras, después de las 60 que abrió en 2014. Un dato que contrasta «significativamente» con el reajuste en todo el sistema financiero español. «Todo el mundo estaba deseando que Caja Rural llegase a su pueblo», subrayó su director general, quien se marcó un objetivo a corto plazo: seguir desarrollando su plan de expansión, que comenzó hace «tan solo» cuatro años y que ha permitido a la entidad duplicar su red de oficinas e incrementar notablemente su número de empleados.

Para Martín López, Caja Rural Castilla-La Mancha es una entidad «eficiente, responsable y prudente», que se ha convertido en un « actor imprescindible en la economía» de la región. Y puesto a buscar un hecho diferenciador con respecto a otras entidades, el director general señaló que «el beneficio se reinvierte en la tierra y eso produce un efecto dinamizador en los sectores económicos y en el progreso de todo su ámbito de actuación».

Gracias a todos estos datos, Caja Rural Castilla-La Mancha cuenta con un ratio de liquidez estructural del 136,8% y una cifra de activos líquidos de recurso inmediato de 1.529 millones. Este hecho, según Martín López, «capacita a la entidad para poder afrontar los retos del futuro con optimismo y energía, en pos del beneficio de nuestra tierra y nuestra gente».

El director general también hizo un guiño a las bodas de oro de la entidad: «50 años de vida son una garantía y, sobre todo, una responsabilidad. Aprender de los errores es bueno para no equivocarnos, pero aún es mejor ser eficaces y prudentes en el acierto».

Caja Rural cerró 2014 con un crecimiento de un 21,8%

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