Cuatro años de cárcel para el acusado de intentar quemar a su amigo
Roberto Christian de la Cruz, de 26 años de edad, al que un jurado popular consideró culpable del homicidio imprudente de Víctor Sánchez, de 46 años, cuyo cadáver apareció semicarbonizado debajo de un contenedor de basura en agosto de 2012 en Malagón, cumplirá una pena de cuatro años de prisión, según la sentencia dictada por la magistrada Pilar Astray, y que ayer hizo pública el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
Entiende la jueza procedente asumir la petición de pena máxima que hacía el Ministerio Fiscal y fundamenta su decisión en que el golpe que recibió la víctima tuvo que ser de bastante intensidad conforme a las detalladas explicaciones médico- forenses, lo que «merece un especial reproche penal» y en las limitaciones físicas que tenía la víctima «con mayor reproche penal sobre la imprudencia producida».
«Especial desprecio»
Se adhiere además la magistrada a la Fiscalía y dice que el intento de quema del cadáver «revela un especial desprecio, que si bien no forma parte del hecho nuclear, debe y puede, como señala el Ministerio Público, ser objeto de consideración».
En cuanto a la responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a la madre del fallecido con 200.000 euros ya que, según la jueza, no hay que obviar que el daño moral se incrementa por haber quemado el cadáver. Además impone una indemnización de 10.000 euros para cada uno de los cuatro hermanos.
Relación cordial
En la sentencia, que el jueves por la tarde se notificó a las partes, el Tribunal da por probado que acusado y víctima tuvieron aquella noche del 23 al 24 de agosto una relación cordial hasta que llegaron al banco de la calle de la Estación donde en un determinado momento empezaron a discutir.
Fue ahí donde Roberto Christian le dio un golpe a Víctor que hizo que este, discapacitado físico, se golpease la cabeza contra un banco y después contra un bordillo, lo que le provocó la muerte.
El acusado arrastró después su cadáver hasta un callejón cercano, lo tapó con un contenedor de basura y le prendió fuego.
