¡Cómo hemos cambiado!
Desde 1974 más de 13.000 pacientes han pasado por el hospital, donde los avances en investigación son la mejor noticia
Eva Moral es una triatleta a la que el 29 de septiembre de 2013 le cambió la vida. Mientras bajaba en bicicleta por un puerto sufrió una caída que la dejó en silla de ruedas. Pasó dos meses en la UCI y cinco y medio en el Hospital Nacional de Parapléjicos. Ahora sigue haciendo triatlón (de hecho se dedica «integramente al deporte») y sueña con un «objetivo»: ir al Mundial de la especialidad, que se celebra en Chicago el próximo agosto. Para ello, el 25 de febrero pone rumbo a Sudáfrica para intentar clasificarse.
Manuel Moreno tiene 23 años y este año ha vuelto a vivir solo, «bueno, con mi hermano», explica a Efe mientras amplía sus estudios de fotografía y lucha por hacerse hueco en su ámbito profesional. Hace cuatro años fue operado de un tumor cerebral y salió del quirófano paralizado desde el cuello. Pasó por los hospitales de Getafe y La Paz antes de llegar a Parapléjicos, donde recibió tratamiento y, luego, rehabilitación. Ahora ha recuperado la movilidad, puede desplazarse en silla de ruedas y con muletas y conduce un vehículo adaptado, algo que agradece a los profesionales que le trataron.
Más autonomía
Son solo dos historias de entre las más de 13.000 que guardan las paredes del hospital, Eva y Manuel han tenido más suerte que los primeros lesionados medulares. Investigación. Ahí está la clave. «Lo que ha cambiado en este hospital de forma radical ha sido la investigación. Sobre todo en los últimos cinco años. Hay mucha más gente dedicada a ella. ¿Qué se puede lograr ahora? Primero, la calidad de vida. Antes, un paciente con tetraplejía tenía una mortalidad precoz. Ahora, con las nuevas técnicas, prácticamente su vida es normal. Los sondajes han cambiado mucho, la silla de ruedas también, y eso les permite tener más autonomía. Después hay otros procesos que hacen que su rehabilitación sea más sencilla», describe a ABC con acento cordobés el doctor Ruiz Moruno, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública que lleva 15 años en Toledo.
Falta difusión
Ambos grupos, pacientes y profesionales, coinciden en que la visita de los Reyes de España puede servir para difundir la labor del hospital. «En Castilla-La Mancha sí que lo conocen, pero quizás falta un poco más fuera de aquí», opina el especialista. «Cuando me trajeron era la primera noticia que tenía del hospital y ahora a todo el mundo que conozco le cuento las maravillas que hay aquí», dice con orgullo Eva.