La tasa de pobreza en Cuenca crece hasta el 37% de la población
Cáritas Diocesana de Cuenca criticó ayer que las ayudas de emergencia que anunció hace cuatro meses el Ayuntamiento de la ciudad para cubrir las necesidades básicas de las familias todavía no se han hecho efectivas. En muchos casos, no han llegado y en otros se están ralentizando en exceso.
El Consistorio conquense creó a finales del año pasado un fondo de ayudas de emergencia social de 200.000 euros con el que quería aportar un máximo de 532 euros por familia para cubrir necesidades básicas como la compra de medicamentos, los gastos educativos, la alimentación o el vestido. Entonces, el alcalde Juan Ávila aseguró que 150.000 euros se destinarán a ayudas directas a las familias, previa valoración de los profesionales de los servicios sociales municipales.
Entre los requisitos, podrían sumarse los empadronados en Cuenca, desempleados sin ingresos o con ingresos bajos. Las solicitudes se debían presentar en el registro municipal, preferentemente en el del Área de Intervención Social (AIS), hasta el 31 de diciembre. Por otra parte, estaba previsto destinar 50.000 euros para colaborar con las ONG Cruz Roja y Cáritas en la compra de material escolar y libros de textos, entre otros. Sin embargo, buena parte de las solicitudes no han sido satisfechas, según aseguran los trabajadores sociales de Cáritas.
Así, la organización caritativa católica aseguró, en un comunicado denominado «Pobreza extrema en Cuenca», que 1.500 familias en la capital pasan por serias dificultades. Según su informe, la tasa de pobreza representa el 36,7% de la población (77.767 conquenses). Por ello, hizo un llamamiento a las administraciones y representantes políticos de la ciudad «para que hagan un esfuerzo para paliar estas situaciones desesperadas de las familias».
Los voluntarios y trabajadores de la organización católica caritativa son cada día testigos de las situaciones límite que muchas familias viven. Les cuesta tener alimentos que llevarse a la boca. Más si cabe, tener luz, calefacción o agua. Cáritas atendió en 2014 a más de 2.100 personas.
«¿Qué pasaría si entidades como Cruz Roja, San Vicente de Paúl, el Banco de Alimentos o Cáritas no dieran respuestas inmediatas?», se preguntan. Gracias a su ayuda muchas familias están cubriendo sus necesidades principales, precisan, al tiempo que cuestionan, el hecho de llevar a cabo cortes de luz en viviendas con menores o ancianos, o no apoyar a una familia en la compra de alimentación infantil básica.