Declaran culpable al acusado del crimen del contenedor
El jurado considera que el acusado cometió un homicidio imprudente
XEl jurado en el caso por la muerte de Víctor Sánchez, de 46 años, cuyo cadáver apareció semicarbonizado debajo de un contenedor el 24 de agosto de 2012 en Malagón, consideró ayer culpable de un delito de homicidio imprudente y una falta de maltrato al principal acusado, Roberto Christian, de 26 años.
Según el veredicto alcanzado por sus miembros, por una mayoría de ocho contra uno, las evidencias prueban que el acusado y la víctima tuvieron aquella noche una relación cordial hasta que llegaron al banco de la calle de la Estación. También consideran probado, según el testimonio de uno de los vecinos, que en ese punto tuvieron una discusión en voz alta en la que participó una persona cuya descripción coincide con la del principal procesado en cuanto la vestimenta.
El jurado entiende que no queda probado que hubiera intencionalidad por parte de Roberto Christian de matar a Víctor ya que no hay ningún indicio o prueba como un objeto contundente que así lo demuestre. Además, dan como cierta la declaración de otro de los vecinos, el que intentó apagar el fuego del contenedor, que testificó que cuando se asomó a la ventana vio a una persona de complexión fuerte y vestida de blanco y rojo agazapada al lado de otro contenedor.
Finalmente, y según el veredicto que leyó ayer ante la Sala presidida por la magistrada Pilar Astray el portavoz del jurado, dan por buena la tesis de los forenses de que la muerte se produjo por un golpe en el parietal izquierdo y que no queda probado que ni el alcohol ni las drogas afectaran a la voluntad del acusado.
Máxima pena
El fiscal, tras escuchar el veredicto, mantuvo la petición de pena máxima, cuatro años de prisión por un delito de homicidio imprudente por entender que el acto posterior (la quema del cadáver) es reprobable «aunque no forma parte del hecho base».
En cuanto a la responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal eleva en cerca de un 30% la indemnización que solicitó en un primer momento y pide 137.084 euros para la madre, ya que entiende que había convivencia entre el fallecido y la misma, y mantiene los 10.000 euros para cada uno de sus hermanos.
La acusación particular, por su parte, se adhirió a la solicitud de pena máxima del fiscal aunque en su alegato ante la magistrada-presidenta, el abogado de la familia de Víctor, Ángel María Rico, explicó que a pesar de que el acto de quemar el cadáver no se puede calificar de delito si suma «un plus de culpabilidad que debe tener una respuesta punitiva». De este modo, Rico incrementa la responsabilidad civil a 300.000 euros para la madre del fallecido y mantiene los 10.000 euros para cada uno de los cuatro hermanos.
En cuanto a la defensa, el letrado José Luis Vallejo sostuvo que dado que el Código Penal establece la pena de entre uno y cuatro años para el delito de homicidio imprudente y que aunque no hay eximentes probadas, el estado en el que se encontraba Roberto Christian tras consumir alcohol y drogas «tiene que operar a su favor».
Por este motivo, Vallejo alegó que sin atenuantes ni eximentes la «pena lógica» debería estar en torno a los dos años y seis meses o tres años como mucho entendiendo que según el artículo 526 del Código Penal la pena por profanar un cadáver es de entre tres y cinco meses.
Respecto a la responsabilidad civil el abogado de Roberto (que pasó en prisión preventiva por este hecho 19 meses) estima que en base al baremo de circulación debería ser de 74.000 euros para la madre «porque no ha quedado probado que el fallecido viviera con ella». Mantiene también, respecto a los hermanos, que según este baremo solo tendrían derecho a indemnización si fueran menores de edad y hubieran convivido con el fallecido «y en este caso no concurren ninguna de estas circunstancias».
El abogado de la acusación particular, por su parte, reveló que la familia de Víctor Sánchez estaba «decepcionada» por el veredicto ya que probablemente «la persona que causó la muerte a su familiar y luego lo incendió no estará más de dos años en prisión». «El dolor es muy intenso», dijo. Aun así, es importante que por lo menos haya «quedado claro» que «hay un culpable de la muerte de Víctor». La defensa esperará al fallo de la jueza para decidir si recurre la sentencia.
