Un tribunal popular juzgará al hombre acusado de matar a otro en Malagón

La Sala del Jurado acoge desde hoy el juicio contra R.C.C., de 26 años de edad, acusado de los delitos de maltrato y homicidio imprudente y para el que el fiscal pide una pena de cuatro años de prisión por los hechos ocurridos en Malagón el 23 de agosto de 2012 y que le costaron la vida a V.S.D., que entonces tenía 46 años de edad.

El fiscal, que solicita también 92.000 euros de indemnización para la madre de la víctima y 10.000 para cada uno de sus cuatro hermanos, reconoce en su escrito que el acusado, que se encuentra en libertad desde el pasado 25 de abril, presenta rasgos de trastorno de la personalidad, aunque no le impiden distinguir lo lícito de lo ilícito ni afectan a su voluntad de actuación. A la fecha de los hechos –prosigue- había consumido alcohol pero no en cantidades tales que afectaran sus facultades ni le impidieran el conocimiento y control de sus actos.

Según las conclusiones del Ministerio Fiscal en la noche del 23 de agosto, el procesado se encontró en un kiosco del recinto ferial de Malagón con la víctima donde estuvieron hasta su cierre. De ahí se marcharon a otro establecimiento de ocio al que llegaron sobre las 2.30 horas y donde estuvieron consumiendo alcohol y permanecieron hasta incluso después del cierre.

Pasadas las 3.45 se alejaron juntos andando por diversas calles de la localidad, hasta que en el Paseo de la Estación se sentaron en un banco de obra de piedra artificial donde en un momento determinado discutieron.

Fue en ese momento «sin que conste el propósito final de ocasionar su muerte» cuando el acusado propinó un fuerte golpe en la cara de la víctima lo que determinó que ésta perdiera el equilibrio y se golpeara la cabeza contra el propio banco. El golpe aturdió a V.S.D. que tras incorporarse perdió el conocimiento cayendo al suelo de frente y golpeándose la cara contra un bordillo de la acera, herida que dejó impregnado el lugar del impacto de sangre.

Tras ver el estado en que quedó tumbado en el suelo, el acusado lo cogió y lo condujo hacia la esquina de la calle Rosario y finalmente lo depositó al comienzo de calle Guiomar Pardo de Talavera junto a la pared de un edificio.

Para impedir cualquier investigación sobre los hechos, afirma el fiscal, así como la forma en la que se produjeron se dirigió al final de dicha calle donde cogió un contenedor que traslado al lugar donde había dejado el cuerpo y lo colocó sobre el mismo procediendo a prenderle fuego.