Desmantelan una banda que enviaba paquetes con lo robado a Rumanía
Tenían en Socuéllamos su lugar de residencia. En esa localidad de La Mancha contaban también con una cochera donde guardaban los efectos que sustraían en los robos que cometían en establecimientos públicos y explotaciones agrarias de distintos puntos de la región. Unos efectos que, sin embargo, en los días posteriores al robo enviaban en paquetes a su país de origen, Rumanía, desde una empresa de Tomelloso.
Son cinco varones de nacionalidad rumana, dos de ellos menores de edad, que formaban una banda organizada a la que la Guardia Civil vigiló durante más de dos meses hasta que consiguió las suficientes pruebas incriminatorias para deternerlos. Y lo hizo in fraganti, mientras descargaban el botín de su último robo en la cochera el pasado 9 de enero.
El subdelegado del Gobierno, Fernando Rodrigo, y el teniente coronel de la Guardia Civil, Humberto Urruchi, comparecieron ayer para explicar los pormenores de la Operación «Barele» que ha permitido a la Guardia Civil de Manzanares desmantelar una organización criminal a la que se le imputan 25 robos cometidos en distintos puntos de la geografía regional.
La investigación se inició a raíz de la denuncia interpuesta por el propietario de un establecimiento público de la A-4, en el término municipal de Manzanares, que había sido víctima de un robo, explicó Rodrigo. A partir de ahí se consiguió localizar a este grupo, cuyo jefe tiene 24 años y un amplio historial delictivo con detenciones en numerosos puntos del país.
El mismo patrón
Las actuaciones seguían siempre el mismo patrón. El jefe de la banda, I.V.B., recogía al resto de integrantes en un coche de alta gama (un BMW serie 5) y exploraban el lugar donde pensaban cometer el robo. Volvían de noche y mientras uno o dos miembros se dedicaban a vigilar, el resto forzaba puertas y ventanas para entrar en el sitio escogido de donde sustraía todos los objetos de valor posibles, entre ellos maquinaria, gasóleo o la recaudación de las máquinas tragaperras o de tabaco cuando era en bares y restaurantes.
El gasóleo, según explicó el subdelegado, lo utilizaban surtir al BMW, mientras que el resto de objetos –los que podían- eran enviados en paquetes por mensajería a su país de origen.
Como resultado de la operación fueron detenidos también A.F.Z., de 18 años de edad, y A.M.C., de 35 años de edad, ambos con un historial de detenciones importante, al igual que los dos menores, de los que se ha hecho cargo la Fiscalía de Menores, pero que también cuentan con numerosas detenciones policiales.
Además, la Guardia Civil se incautó, en el registro de la cochera, de 300 litros de gasóleo, 2 baterías, 10 litros de anticongelante, gran cantidad de herramientas de mano, un compresor, una taladradora industrial de columna, un cortasetos, dos proyectores, tres flashes de discoteca, una mesa de mezclas, un amplificador, un micrófono, dos auriculares, una linterna, una cafetera industrial, dos molinos de café industriales, dos taladros percutores, varias botellas de bebidas alcohólicas, procedentes de varios robos y reconocidos posteriormente por sus legítimos propietarios, efectos valorados en 15.500 euros.
A los detenidos, que están ya en libertad, se les imputan 25 delitos de robos en establecimientos públicos y explotaciones agrícolas. En total, tres en Llanos del Caudillo, dos en Villarubia de los Ojos, cuatro en Daimiel, uno en Cinco Casas, tres en Tomelloso y tres en Socuéllamos, en la provincia de Ciudad Real. Además, están acusado de otros dos robos en El Toboso. (Toledo), dos en Munera (Albacete), y cuatro en Las Mesas y uno en Villarta, en la provincia de Cuenca. El valor aproximado de los efectos sustraídos, según precisó Rodrigo, podría ascender a unos 73.600 euros.